Carlos Urdiales
Saber si queremos o no el Corredor Cultural Chapultepec en la Ciudad de México es cuestión compleja. Andrés Manuel López Obrador posicionó esta idea; si el pueblo decide, no hay falla. Falso. Si bien la figura de consulta popular está en el marco legal, su promoción mediática y política la ha simplificado mañosamente.
En 2002 AMLO preguntó vía telefónica a los “habitantes” sobre la construcción de los segundos pisos sobre Periférico, más líneas del Metro y transporte público multimodal. Nada se preguntó sobre costo, presupuesto o transparencia en el ejercicio del gasto. En 2004 otra, ¿debía seguir gobernando o no? De 556 mil 727 personas consultadas, el 95 por ciento respondió que… Sí. Luego (pero desde antes) fue candidato. Población en el DF en 2005: 8.7 millones.
La expresión Vox populi, vox Dei carece de sentido bíblico, desde tiempos griegos; en La odisea aparece como concepción política. A finales del siglo VII, Alcuino de York advertía a Carlomagno: “Y no debería escucharse a los que acostumbran a decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, pues el desenfreno del vulgo está siempre cercano a la locura”.
Consultar lleva implícito una tensión entre lo ideal y lo concreto, entre el deber ser y el ser. Puesto en términos próximos y realistas, ¿quiénes deciden o deberían decidir un proyecto como el Corredor Cultural Chapultepec, cuáles criterios imperan en las opiniones ciudadanas, en las de los vecinos, o en las de los que por ahí pasarán o en las de quienes ahí harán negocio y forma de vida?
El paso deprimido de Río Mixcoac e Insurgentes es otro. Los vecinos de la zona o los beneficiarios de la obra. Cuantificar los beneficios o perjuicios de ese proyecto es cosa de expertos que no sumarán más de 100 y sus informadas opiniones no son volumen para efectos de una consulta que determine en un sentido u otro el asunto.
Voluntad popular vs. capacidad de gobierno. Cámaras, Asambleas y Congresos de representantes del pueblo basan su razón de ser justamente en el supuesto de resolver el dilema. Pero no.
Lo vistoso que ha resultado preguntar en la plaza, a mano alzada y responder al pastor, no aplica a pesar de su buena renta electorera, a pesar de su contraposición con los conceptos esenciales de soberanía popular. Se pierde el efecto de andar consultando, pero crece la responsabilidad de tomar decisiones si para ello fue electa tal autoridad.
Simón Levy, director de ProCdMx, anunció que la consulta sobre el Corredor Chapultepec programada para el 3 de octubre fue cancelada. Será el IEDF el que organice el numerito para que “sean los ciudadanos quienes decidan el futuro del proyecto”. El IEDF informará el diseño de las preguntas, foros, mesas de debate, micrositio y presentación de resultados vinculantes. ¿Y usted qué opina?
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