Jorge Medina-Mora E.
Anteriormente se decía que las lluvias eran las principales culpables de tantos agujeros en el asfalto urbano, lo cual era cierto y, en parte, lo sigue siendo.
Porque ahora, además del factor agua, los hoyos son provocados por la perforación constante del pavimento para introducir ductos de gas, agua, electricidad, telefonía, Internet y televisión de paga.
Quienes parchan y cierran las zanjas usan técnicas y materiales de baja calidad, lo que provoca que en cuestión de días se abran las calles, como lo muestra la fotografía. Y las autoridades delegacionales y de la ciudad se hacen de la vista gorda. La consecuencia de esa negligencia son llantas ponchadas, rines doblados y suspensiones destrozadas todos los días.
Lo paradójico es que las empresas que usufructúan esos ductos enterrados, presumen de ser socialmente responsables.
Los Caminos de la urbe son peligrosos, no sólo por los maleantes que los rondan, también por las condiciones en que se encuentran. ¿Qué conductor no ha padecido una afectación por bache?
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