Tras décadas de confrontación, tanto en los negocios como en lo familiar, y del sonado divorcio en 2015 de Miguel Zaragoza Fuentes y su esposa Evangelina Fuentes Guzmán, parece que al fin se conjuró —mediante distribución de multimillonaria heredad— el conflicto en una de las familias más prominentes de la industria petrolífera del país.
Hasta donde es sabido (los acuerdos se habrían pactado confidencialmente a principios de año) implica reparto de activos y rutas de distribución, respetando los derechos y negocios de los hijos del matrimonio Fuentes-López a manera de una red en que cada área dada en heredad depende de las demás… y todas ellas de un núcleo operativo estratégico bajo la ejida del patriarca Zaragoza Fuentes como es Planta de almacenamiento y licuefacción de Manzanillo y las operaciones en Jalisco al parecer con su hija Evangelina. Así, Miguel Zaragoza López, quien dirige el negocio original Grupo Gas Zeta, consolida Súper Gas de Juárez y la planta de almacenamiento Windstar. En tanto que su hermano Tomás Zaragoza López, al frente de gas Tomza, participaría en el fortalecimiento de la red en el resto del país.
Por su parte, su hermano Jesús Zaragoza López que se ha diversificado a la distribución de gasolinas, consolida las operaciones en el Bajío y Centro del país; y Eduardo se concentra en la distribución de Tropigas en Centroamérica; Gabriel Zaragoza, se encarga de desarrollar Coahuila, y Myriam Zaragoza, se concentra en Baja California Norte y Sur,, en tanto que la región sureste recaería en la hermana de todos ellos, Guadalupe Zaragoza López.
Ojalá perduren, pues más vale un mal arreglo que un buen pleito.
Sildenafil para el IFT. El análisis que presentó Carlos Casus, a nombre de la organización sin fines de lucro Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet, indica que el IFT no puede imponer reglas de interconexión que permitan acceder a la red concesionada a América Móvil a fin de desarrollar Internet en México especialmente en temas académicos y de investigación. Eso debería calentar a los comisionados que preside Gabriel Contreras, por el sólo hecho de que la observación viene del abuelo de la extinta Cofetel y que les evidencia en su poco alcance incluso para fomentar la creación de conocimiento en la red. The monopoly alive.
Avión con gorgojo. La negociación entre Aeroméxico, que preside Javier Arrigunaga, y el sindicato de pilotos, que encabeza Mario Alberto González, atraviesa un momento delicado: por un lado, una aerolínea balancea costos e ingresos de una industria globalmente inestable y competida; por otro, un sindicato que cercano a una disputa local de mandos en donde los actores prominente ofrecen a votantes mejoras mágico-económicas como las de igualar el salario de un piloto nuevo con el de los más experimentados “que no los tienen ni los pilotos de Obama”. Un incremento artificial de costos —por auspicio político— desataría una crisis casi mortal en la aerolínea. Un “Brexit” en escala aérea.
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