Ayer, la compañía que lidera Erez Vigodman confirmó lo aquí publicado: la firma israelí Teva inició una demanda en Nueva York contra los ex propietarios de Rimsa, los laboratorios jaliscienses por los que pagó 2,300 millones de dólares. La razón de demanda no puede ser más inquietante: la parte ofendida acusa que se encontró con la muy vieja y elaborada técnica de falsificación de registros de medicamentos de Cofepris.
La declaración pública que hace Teva sobre el caso dice a la letra: “Teva encontró evidencia de una manipulación sistemática de información con respecto a las fórmulas utilizadas y a los procesos de producción de medicamentos. Dichas prácticas se llevaron a cabo durante muchos años y fueron ocultadas a Teva durante el proceso de compra y hasta la adquisición mediante un sofisticado esquema de registros falsos”, en abierta acusación a los anteriores propietarios, Fernando y Leopoldo Espinosa.
La falsificación de registros médicos puede remontarse más allá de las administraciones de Mikel Arriola o Miguel Angel Toscano, pero Teva acusa que pese a “participar en muchas fusiones y adquisiciones a lo largo de los años, nunca antes habíamos visto algo semejante en la industria farmacéutica, ni nos habíamos tenido que enfrentar a una manipulación tan delicada y masiva”. La mayor operación de inversión extranjera en 2017, bajo la lupa.
Grupo R. Pese a la difícil situación de la industria petrolera, Grupo R informó a sus inversionistas que en el mes de septiembre pagó el cupón del bono con vencimiento en el año 2020 y que está garantizado con las plataformas de perforación de aguas profundas Centenario y Bicentenario. El monto pagado fue de 39.68 millones de dólares americanos. El precio del bono de Grupo R es el menos afectado a nivel internacional, incluyendo los bonos de empresas como Seadrill y Pacific Drilling. El bono de Grupo R se comercializa a descuento en niveles de 56 centavos por dólar de deuda, mientras que los otros jugadores con bonos similares están por debajo de 40 centavos por dólar. Así de claro.
El legado de Ochoa. Ayer se dieron los resultados de la segunda ronda para el mercado secundario de suministro de electricidad: la CFE que ahora dirige Jaime Hernández compró 85% de la cantidad de energía subastada con un precio 35% por debajo de lo que le hubiera costado elaborar a la misma CFE.
La primera subasta tuvo efectos similares, adquiriendo energía a bajo precio, de fuentes sustentables e incorporando a los extrabajadores de LyF al Grupo Fenix. Y todo empezó con los empeños de Enrique Ochoa en la CFE.
Más peluches. ¿Se acuerdan de las trampas con que Gerardo Álvarez transó a su hermano menor, Rodrigo, en el negocio de Alvaco, la operadora de maquinitas de habilidad con muñecos de peluche? Pues Gerardo metió a la suegra al enjuague. Le platico más.
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