A punta de pistola, miedo y coraje

Aquello de armar a los ciudadanos para que cada quien se defienda ante el imperio

del crimen mundano y organizado no pasó la prueba de la plaza pública virtual.

El senador panista Jorge Luis Preciado apeló, básico como es, al instinto, al hartazgo, al desánimo colectivo que crece y se pone peor con cada episodio de impunidad criminal en las calles de la Ciudad de México, de Cuernavaca y demás municipios morelenses, en Veracruz, en Guanajuato, Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Estado de México o Sinaloa.

Peor aún, la “ideota” de Jorge Luis Preciado se fundamenta en percepciones y en cifras. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi que comentamos el sábado, las personas en México nos sentimos cada vez más inseguras, expuestas, vulnerables.

En septiembre pasado 71.9 por ciento de los ciudadanos de 18 años o más dijo que se siente inseguro en las ciudades donde sobrevive; esto es, 3.9 por ciento más en comparación con septiembre de 2015.

Ecatepec, Coatzacoalcos, Acapulco y Villahermosa están a la cabeza de la nada honrosa lista.

El 80 por ciento de los encuestados reveló sentir temor cuando está en los cajeros automáticos de los bancos, el 70 por ciento en el transporte público, el 65 por ciento desconfianza dentro de las sucursales bancarias y 62.5 por ciento al caminar o circular por las calles.

También existe miedo en mercados, carreteras, parques o centros recreativos, en los automóviles, centros comerciales, trabajos, escuelas y casas.

Los ciudadanos que menos inseguros se sienten son los de Mérida, Tepic, Campeche, Puerto Vallarta y Durango.

De acuerdo con la encuesta, las instancias de seguridad más eficientes son la Marina, el Ejército, la Gendarmería Nacional y la Policía Federal. Sólo 22 por ciento percibe a las policías municipales como corporaciones eficientes y confiables.

La capital del país lleva su cuenta aparte: según el Observatorio Ciudadano durante el primer semestre del año la tasa de homicidios dolosos es la más alta de los últimos 16 años, al reportarse 477 víctimas y 447 carpetas de investigación.

Marcela Villalobos, directora del Observatorio, destacó que con respecto al mismo periodo del 2015 el incremento es de 6.94 por ciento. “Es muy preocupante, ya que para encontrar las causas de este ilícito nos reunimos con la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública, y argumentan que el crecimiento de homicidios dolosos es porque hoy se encuentran más armas de fuego entre la población”.

O sea que con cifras en la mano, y no con pistolas, la efímera iniciativa de Jorge Luis Preciado cae sola, no pasa.

Lo que queda es un clamor ciudadano para que las autoridades de todas las ciudades cumplan sin pretexto y con gallardía con sus responsabilidades, persigan a los que delinquen y así eviten nuevas iniciativas de barbarie como ésta.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales

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