El lunes de la semana pasada, conmemorando el Patriots Day en Estados Unidos, se corrió una edición más —la 121— del maratón de Boston, la carrera de fondo más célebre del mundo. En México se estrenó la película alusiva al atentado terrorista, que se vivió en la edición de 2013. Van algunos comentarios al respecto.
Transgresora y heroica. En 1967, bajo una apariencia discreta, algo andrógina, Katherine Switzer, con el número 261, osó hacer lo que era el sueño de muchas mujeres de la época y que les estaba prohibido: correr la maratón de Boston. Tras detectarla, Jock Semple, director de la carrera, la agredió y la trató de sacar. Las imágenes del empujón, los gritos y el intento de arrancarle el número se convirtieron desde entonces en símbolos del machismo deportivo, mientras la imagen de Switzer, zafándose y continuando la carrera, hasta llegar a la meta, se convirtió en una de la lucha por la igualdad de derechos. Con todo, poco se habla del apoyo que recibió Switzer de un maratonista que se le fue encima a Semple, impidiéndole consumar su energúmena intención. Sin restarle méritos a Switzer, es importante reconocer la aportación que ese corredor hizo para que ella cumpliera su sueño; como él, hay muchos héroes y heroínas anónimos en la constante y omnipresente lucha por la igualdad de derechos de las mujeres.
Cincuenta años más tarde, Switzer vuelve a incrementar su leyenda. Todos aquellos que hemos tenido la fortuna de correr un maratón, sabemos lo demandante y extenuante que es terminar los 42 kilómetros y 195 metros.
Más aún en el caso de Boston, con una altimetría irregular, condiciones climáticas en ocasiones adversas, y teniendo que atravesar la denominada Heartbreak Hill, en la recta final de la carrera (que, como su nombre lo indica, pone a prueba la entereza de cualquier maratonista). A sus setenta años, y con el mismo número 261, la primera mujer en correr el maratón más célebre del mundo, lo hizo otra vez —ahora acompañada de otras 13,700 mujeres—. Si bien cada año miles de corredores amateurs terminan maratones en diversas partes del mundo, sin duda pocas proezas como la de Kathy Switzer.
Día del atentado. (¿Cuándo dejaremos en México esa terrible costumbre de rebautizar las películas? En fin.) Con la atinada dirección de Peter Berg y actuación de Mark Wahlberg, Patriots Day es un muy bien logrado filme que relata el drama del artero atentado terrorista, perpetrado por los hermanos Tsarnaev en la meta del maratón de Boston de 2013, que dejó tres muertos (dos mujeres y un niño) y decenas de heridos. Entre los más notorios, el matrimonio de Jessica Kensky y Patrick Downs, quienes perdieron respectivamente dos y una pierna. En otra de las grandes historias inspiradoras del maratón bostoniano, Downs lo corrió en 2016.
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