Mi derecho a no fumar

Foto: larazondemexico

“A veces pienso que si el tabaco gusta tanto no es por la fuerza de la nicotina, sino porque en este mundo vacío y sin sentido te da con facilidad la impresión de estar haciendo algo que tiene un significado.” Orhan Pamuk.

Una de las principales causas de muerte en el mundo es por fumar, hay estudios que indican que en promedio unas cuarenta mil personas mueren en México anualmente por enfermedades asociadas al tabaquismo, no obstante el número de fumadores crece día a día. Entre 1980 y 2012 el número de fumadores en todo el mundo ha aumentado, pero disminuyó en porcentaje, como lo señalan diversos estudios realizados por la Universidad de Washington, los cuales señalan que el aumento del número de fumadores se ha producido principalmente en China y Rusia, mientras que ha disminuido en los Estados Unidos, en Europa y en México, debido a los altos impuestos establecidos a los cigarros y las leyes que prohíben el fumar en muchos lugares.

Diversas organizaciones mundiales y gobiernos han emprendido una lucha contra el tabaquismo, siendo una de las medidas implementadas la creación de Leyes que prohíban el fumar en lugares públicos y lugares cerrados, por ello también nuestro país se ha sumado creando leyes que garanticen lugares libres de humo. En la Ciudad de México se promulgó el 29 de enero de 2004, la Ley de Protección a la Salud de los no Fumadores, misma que en su momento causó un gran revuelo y generó un cambio en la convivencia entre fumadores y no fumadores.

La fracción primera del artículo primero, señala que la ley tiene por objeto proteger la salud de la población de los efectos nocivos por inhalar involuntariamente el humo de la combustión del tabaco, así mismo la fracción décima ter del artículo décimo señala que está prohibido fumar en los establecimientos mercantiles y espacios cerrados donde se expendan al público alimentos y bebidas para su consumo en el lugar, sin embargo el 4 de abril del 2008 se promulgó el Reglamento de la Ley, que en su artículo quince señala excepciones a la prohibición de fumar, y en su fracción segunda menciona que una de las excepciones es en las áreas al aire libre anexas a los espacios cerrados de acceso al público, tales como terrazas, patios y jardines.

Con la entrada en vigor del Reglamento gran cantidad de restaurantes y bares de la Ciudad abrieron espacios llamados terrazas para que los fumadores pudieran fumar libremente, llegando al absurdo que en muchos de ellos las terrazas son las mejores zonas y las mejor acondicionadas del lugar, es decir que los fumadores son premiados por fumar. Otra cuestión es que en dichas zonas de fumadores no pueden entrar menores, ello deriva que las familias que desean comer en la terraza del restaurante no pueden entrar si llevan hijos menores, aún y cuando libremente decidan estar en dichas zonas. De esta forma tenemos una distorsión, en virtud de que al tener dichas terrazas en lugar de inhibir el fumar lo fomentan, ya que resulta más cómodo estar en las zonas de fumadores que en las libres de humo.

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