Violeta Parra: El Perdón de un Suicidio

Foto: larazondemexico

Chile, 1967, Ángel Parra (23) recibe la terrible noticia del suicidio de su madre, de inmediato viaja a Santiago, donde se reúne con sus dos hermanas, todos están muy tristes, pero con gran respeto por la decisión que Violeta ha tomado.

Ángel que había participado en la grabación de un disco que su madre llamó “Últimas Composiciones” en donde incluyó el famoso himno “Gracias a la Vida” (1966) sufre sentimientos encontrados: alegría por su liberación, tristeza por su ausencia. Violeta llevaba mucho tiempo sufriendo una depresión recurrente acompañada de intentos suicidas, al final se tejieron muchas historias alrededor de su muerte: el abandono de Gilbert Favre, su última pareja, que su pueblo no reconocía su obra, una triste infancia llena de carencias, un padre alcohólico, el contacto con la miseria de su pueblo y la gran decepción de los políticos que no hacían nada para resolverlo, ella se volvió militante de la izquierda y luchaba contra la opresión a su pueblo y la tiranía a través de sus canciones.

A los 49 años en que se suicidó estaba en la cúspide de su éxito, había logrado crear un espacio en su país que se llamaba “La Carpa de la Reina” centro comunitario para las artes y el activismo político.

Tuvo una vida llena de creatividad que se manifestó en su música en la elaboración de tapices, cerámica, pintura y poesía. En 1964 expuso su obra plástica en el Museo de Louvre convirtiéndose en la primera artista latinoamericana en lograrlo.

El 4 de octubre pasado se conmemoraron 100 años de su natalicio y en su honor se festeja el “Día de la Música Chilena” con más de 24 conciertos simultáneos.

Víctor Herrero, académico de la Universidad de Chile recién publicó el libro Después de vivir un siglo (Lumen 2017) en donde acaba con el mito de la mujer que “murió por amor” creado en su tiempo con la finalidad de despolitizarla, quitarle todo contenido social y todos sus compromisos con la justicia.

En una entrevista reciente (Milenio) el presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, Dr. Enrique Chávez León, afirmó que la depresión está presente en el 3.3 % de la población mexicana a lo largo de la vida y que afecta principalmente a las mujeres en una proporción de 2:1, y que el riesgo de que repitan estos episodios aumenta cada vez que se

presenta un nuevo cuadro de depresión llegando a padecer Depresión Crónica, es fundamental que se trate con antidepresivos y psicoterapia para evitar las recaídas ya que la complicación más grave es la muerte por suicidio.

Existen varios tipos de Depresión: Reactiva: que es transitoria y secundaria a un evento doloroso, Mayor: que incluye gran variedad de síntomas con trastornos en el sueño y en el apetito, Persistente o Distimia en donde siempre están tristes, Bipolar: con alternancia de episodios de manía o hipomanía y depresión secundaria a Trastornos Graves de la Personalidad.

Violeta Parra nunca recibió tratamiento para su Trastorno Depresivo Mayor, sus hijos que estaban muy cerca de ella sabían del profundo dolor emocional que la aquejaba. Es muy importante que quienes rodean a una persona con depresión abran un diálogo y consigan

que se trate, pues siendo una enfermedad que afecta las emociones es tan grave como una enfermedad física que lleva a la muerte. Frases como “Échale ganas”, “No tienes nada” o “Pon de tu parte” no sólo no sirven sino que pueden agravar el cuadro. Tal vez el carácter fuerte y con tanto impulso para sus proyectos confundió a la familia de Violeta y pensaron

que nunca llegaría quitarse la vida.

Está sepultada en el Cementerio General de Santiago. En sus palabras: “Me falta algo, no sé qué es. Lo busco y no lo encuentro. Seguramente no lo hallaré jamás”.

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