SPLIT FINANCIERO

¿Desazolve o despilfarro? El contrato de Pemex que no cuadra en la crisis

Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

No se explica cómo Pemex, que dirige Víctor Rodríguez Padilla, en plena crisis financiera y de liquidez financiera, haya seleccionado el pasado 24 de enero a Comercializadora Maya, de Amaranto Silva Jiménez y Carmina Mena Jacinto, como la proveedora de los servicios de desazolve de sistemas de drenajes aceitosos en las instalaciones de producción de la Región Sur de la paraestatal. Le comento esto por 2 razones: la primera y más importante es que la propuesta de la empresa, de origen tabasqueño, haya sido seleccionada aún habiendo estado por detrás de 2 ofertas más económicas.

El contrato para los trabajos que habrán de iniciarse este año corresponde a un monto de 428.2 mdp. Esta cifra representa una diferencia de más de 60 millones de pesos respecto a la propuesta más económica, presentada por Maraco Construcciones de Javier Cruz y Enlace Corporativo del Sureste, que ofertó $371 millones 130 mil pesos. Esto ha generado inquietud en la comunidad empresarial, que cuestiona la elección de una propuesta que no sólo es la tercera más cara, sino que también corresponde a trabajos que, según testimonios de trabajadores, no son considerados prioritarios en el actual contexto de crisis de Pemex.

Basta recordar que en concursos similares anteriores, funcionarios como el Ing. Abraham Alipi Mena, que fungió durante 20 años en la Administración Pública de Petróleos Mexicanos en cargos como gerente de contrataciones para Producción, Comercialización y Confiabilidad, así como especialista en Planeación y Programación de Procura de Mantenimiento, fue sancionado por la Función Pública. Todo ello en medio de un contexto donde se estima que la deuda de Pemex con proveedores es de 120 mil millones de pesos, según lo propio reportado por la petrolera y de una primera etapa de despidos en donde ya fue anunciado el recorte de casi 700 plazas laborales en la subsidiarias Exploración y Producción (PEP), Logística (PLOG) y Corporativo /PC), sin mencionar que las empresas contratistas han despedido cerca de 10 mil empleados.

Habrá que ver si Comercializadora Maya en un futuro se suma a la lista de deuda con proveedores que ya parece interminable o si corre con mejor suerte. Después de todo, con un contrato que supera los 428 mdp, más de 60 millones por encima de la oferta más barata, es difícil no preguntarse si la prioridad real es resolver la crisis de liquidez o simplemente seguir engrosando la lista de empresas que, tarde o temprano, terminarán esperando por su pago. Habrá que esperar.

Impactó Aranceles. Un aumento en los aranceles a las importaciones mexicanas en Estados Unidos tendría consecuencias económicas significativas tanto para el país vecino como para México. En primer lugar afirma un documento de HR Ratings, que los consumidores estadounidenses enfrentarían un incremento en los precios de una amplia gama de productos provenientes de México, lo que impulsaría la inflación. Si bien el alza no sería directamente proporcional al porcentaje del arancel impuesto, ya que las empresas absorberían parte del costo para mantener su competitividad, sí representaría una presión inflacionaria adicional en un contexto económico donde el control de los precios es una prioridad para la Reserva Federal. Para México, el impacto más fuerte se vería reflejado en una reducción de sus exportaciones, afectando particularmente al sector manufacturero, que depende en gran medida del comercio con Estados Unidos.

Dentro de este sector, la industria automotriz sería la más perjudicada, ya que las autopartes y accesorios para vehículos representan una de las principales exportaciones del país. Aproximadamente el 35% del total de las exportaciones manufactureras mexicanas corresponde a productos automotrices, por lo que cualquier medida que encarezca su entrada al mercado estadounidense generaría una disminución en la demanda, afectando la producción y el empleo en esta industria clave. Además del sector automotriz, otras industrias como la de electrónicos, maquinaria y productos agroalimentarios también sufrirían las consecuencias de un menor acceso al mercado estadounidense, lo que podría derivar en un ajuste a la baja en el crecimiento económico de México. Las empresas exportadoras, especialmente las pequeñas y medianas, tendrían que enfrentar mayores costos operativos y una posible reconfiguración de sus cadenas de suministro para mitigar el impacto de los aranceles.

En términos de inversión, la incertidumbre generada por la imposición de nuevas barreras comerciales podría disuadir a inversionistas tanto nacionales como extranjeros, afectando la llegada de capitales a México y limitando el desarrollo de nuevas capacidades productivas. Además, el encarecimiento de los bienes manufacturados en México podría hacer menos atractiva la relocalización de empresas bajo la estrategia de nearshoring, reduciendo las oportunidades de crecimiento en sectores clave para la economía nacional. Ante este panorama, el gobierno mexicano tendría que evaluar estrategias de respuesta, como la diversificación de mercados de exportación, la negociación de acuerdos bilaterales con otros países y la búsqueda de mecanismos para reducir la dependencia comercial de Estados Unidos. Sin embargo, debido a la fuerte integración de las cadenas de valor entre ambos países, cualquier modificación en las condiciones comerciales impactaría de manera inmediata a múltiples sectores, haciendo difícil encontrar soluciones a corto plazo sin afectar la estabilidad económica de México. Además HR Ratings tiene un interesante documento: “El Crecimiento Económico en 2024 y los Retos para 2025”, que también vale la pena leer.

Voz en off. Banco del Bajío anunció la donación de 42,244,260 acciones Serie “O” (equivalentes al 3.55% del capital social) por parte de Héctor Armando Martínez Martínez a su hijo Alejandro Martínez Martínez. Con esta transferencia, Alejandro incrementa su participación en BanBajío al 7.75% del capital social. Alejandro Martínez cuenta con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para poseer más del 5% del capital del banco, sin embargo, ha manifestado que no busca adquirir una influencia significativa en la institución. Todo bajo la Ley del Mercado de Valores…

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