Luego del espectáculo en la Casa Blanca en el que el Gobierno estadounidense aprovechó cualquier pretexto para volar por los aires una alianza de décadas con Europa Occidental, los líderes europeos han cerrado filas en torno a Ucrania buscando una alternativa para lograr un alto al fuego que no comprometa la soberanía ucraniana.
Trump y Vance abiertamente defendieron lo que llamaron “diplomacia rusa” presionando a Zelenski públicamente para agradecer y aceptar un trato que dejaba a su país sin garantías de seguridad ante la agresión de Putin. Zelenski trató de moderar su reacción, pero los perros de pelea sabían que dijera lo que dijera ellos estallarían con una serie de reclamos de ingratitud, amenazas y una ruptura de relaciones.
Se dice que este show estaba ya planeado para tener un pretexto mediático para justificar la separación de EU de sus antiguos aliados europeos; que esta línea de acción incluso puede provenir de Moscú, que tenía representantes de la prensa presentes transmitiendo en vivo. La realidad es que este movimiento se veía venir desde que Vance atacó a las democracias europeas en Naciones Unidas y desde que desapareció la palabra “invasión” al referirse a las acciones militares de Rusia en territorio ucraniano.

La gasolina no sube
La reacción inmediata de Europa fue organizar una cumbre buscando un camino intermedio. Aprovechando la voluntad de Trump para presionar por un alto al fuego, concluyeron que Europa generará una propuesta de apoyo militar a Ucrania mucho más agresiva que busque fortalecerla de cara a las negociaciones de paz. Al mismo tiempo, buscarían continuar con los apoyos para blindarla y dotarla de garantías de seguridad posteriores a la guerra. Con esta propuesta esperan forzar la mano de EU para que respalde el plan.
En ese escenario, Trump podría verse obligado a mostrar sus cartas. Una Europa más implicada en el conflicto debilitaría los argumentos de Trump en torno a que no tiene por qué ser el único que aporta para defender a Europa. Negarse a este tipo de acuerdo podría poner en claro que su intención no es sólo buscar equilibrar los costos de la seguridad, sino que tiene una agenda aparte con Rusia como un nuevo aliado. En esta dirección apunta la declaración de Musk, la mano que mece la cuna de la administración Trump 2.0, en torno a la conveniencia de que EU abandone la OTAN.
Europa es débil y conflictiva. Claramente el apoyo a Ucrania es una estrategia de defensa para mantener a Putin del otro lado de la frontera. Ucrania es un dique de contención temporal. Europa necesita fortalecerse e independizarse en materias clave como la económica y la energética. La unión es vital, lograrla es complejo. Esperemos que logren sumar a EU y que esta guerra llegue a su fin.

