En el Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México se vive un infierno laboral, me cuentan trabajadores de dicho organismo.
Hasta el castillo me llegan cada vez más denuncias por la explotación de la que son víctimas las y los empleados del instituto. Jornadas de ocho a ocho, sueldos paupérrimos y periodos vacacionales que no son respetados.
No cabe duda que, en materia laboral, la 4T es candil de la calle y oscuridad de su casa. Ya hemos hablado de esto en varias ocasiones, pero esta vez tiene nombre y apellido: Antonio García Rodríguez, quien es comisionado de la Dirección General.

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Es básicamente un encargado de despacho que llegó a dicho puesto en lo que la administración local encontraba a un titular del IEMS; sin embargo, la estancia de este funcionario se ha alargado y con eso también las pésimas condiciones laborales.
Las y los empleados, me dicen, no han podido hacer mucho por denunciar dichas condiciones en las que incluso se les ordena ir a limpiar planteles escolares los fines de semana con el pretexto de que no hay personal de intendencia.
En los periodos vacacionales, por ejemplo, se les imponen guardias de nueve de la mañana a cinco de la tarde, nada más por el gusto. Esto, a pesar de que el personal de estructura tiene, por ley, derecho a disfrutar de sus periodos vacacionales.
La situación —que al día de hoy prevalece— no es distinta en los 28 planteles del Instituto de Educación Media Superior.
A mediados de febrero pasado, Antonio García encabezó la presentación del programa La Escuela es Nuestra, iniciativa del Gobierno federal que busca fortalecer la infraestructura y el equipamiento de los planteles de bachillerato en la Ciudad de México.
Lo hizo acompañado del delegado de programas sociales en la capital, Diego Alberto Hernández Gutiérrez, exintegrante de la ayudantía de AMLO. En aquella ocasión, destacaron que las también llamadas “prepas del Peje” están por cumplir 25 años de su creación.
Este organismo es, quizás, una metáfora de lo que ocurre con las instituciones de la 4T, tratan de dar una cara al exterior, pero al interior, impera la explotación, la austeridad republicana y la pobreza franciscana para los trabajadores que las mantienen en pie.
En el baúl. Las primeras cuatro mesas de diálogo entre la Secretaría de Gobernación y colectivos de madres buscadoras de desaparecidos han servido para evidenciar varias cosas: la primera, que el Gobierno que encabezó Andrés Manuel López Obrador no hizo absolutamente nada para remediar ese problema.
La segunda, que la administración actual se podría deshacer de funcionarios heredados del sexenio del tabasqueño; en la mira está nada más y nada menos que Rosario Piedra Ibarra, titular de la CNDH, quien no hizo acto de presencia en ninguno de los encuentros. Las organizaciones y las madres buscadoras lo dijeron abiertamente: Doña Rosario se tiene que ir.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresarééé!!!

