Hay algunos pensadores y filósofos que creen en el destino. Creen que todo está escrito y predeterminado de alguna manera y que los ciclos están condenados a repetirse una y otra vez.
Se concuerde o no con lo anterior, se crea en el absoluto libre albedrío o en la causa y efecto, al menos en el futbol hay páginas que a veces se suelen reescribir de manera casi idéntica. La noche inolvidable que el barrio de San Siro, casa del Inter de Milán, vivió anoche recordó los fantasmas que el Barcelona vivió hace quince años ante el mismo rival, en la misma instancia y con una hinchada improvisada, la del Real Madrid, que se unió a los interistas para frenar al Barcelona como fuera.
En 2010, fue la famosa noche de los aspersores del Nou Camp, aquella batalla épica entre el Inter de Mourinho y el Barça de Pep Guardiola que se enfrentaban en semifinales y en donde el club blaugrana buscaba jugar la final de la Champions en el propio Santiago Bernabéu, casa del eterno enemigo y por lo que toda la afición del Real Madrid se vistió de negro y azul para rezar que el Barça no se coronara en su templo sagrado. En aquella ocasión, el Inter se quedó con un hombre menos, y soportó durante casi 70 minutos la asfixia del Barça. Al momento de culminar el encuentro en pleno festejo de los jugadores del Inter que corrían como locos por todo el campo, los aspersores aparecieron para tratar de amargar la alegría neroazzurra.

Rocha Cantú en París
Por supuesto, un poco de agua no iba a frenar la felicidad de Mou y los suyos que a la postre ganarían la Champions en Madrid, ante el Bayern de Múnich con goles de Diego Milito.
El juego de ayer tuvo el mismo dramatismo, el mismo desenlace, y claro, el mismo apoyo merengue que durante la serie entre ambos equipos, los aficionados del Madrid no pararon de alentar y gritar los goles del Inter como si los marcara el propio Mbappé. La sutil diferencia entre el pasado y el presente fue el espectáculo ofrecido entre Inter y Barcelona que nos regalaron una de las mejores semifinales de la historia.
Las sensaciones deben ser positivas para los blaugranas, con un equipo demasiado joven en el promedio general y con un futbol fantástico de Lamine Yamal, Pedri, Fermin, Raphinha, pueden apostar que igual como hace 15 años, competirán nuevamente al tú por tú con cualquier equipo de Europa, con lo que la época gris, después de la partida de Messi, parece haber llegado a su fin para el Barça.
En 2010, aquel equipo de Guardiola ganó la Liga 3 puntos arriba del Madrid, este domingo habrá clásico español y podría definirse el título para los catalanes.
Hoy es el turno del Paris Saint Germain que buscará colarse por segunda vez en su historia a la gran final de la Champions League a costa del Arsenal de Inglaterra.
El equipo francés dirigido por Luis Enrique, amante de los colores blaugranas, buscará desafiar al destino que parece tener lista la Orejona para el Inter. Irónicamente, el club parisino podría conseguir ganar la Champions en el primer torneo después de la eterna telenovela de Kylian Mbappé, que se marchó del club francés no de la mejor manera, argumentando que quería ganar este torneo. Exista o no el destino, hay situaciones en la vida y en el futbol, que parecen una auténtica broma cruel.

