PESOS Y CONTRAPESOS

¿Otro objetivo?

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Si la receta es: si repunta la inflación debe aumentarse la Tasa de Interés Interbancaria, TII, y si la inflación lleva tres meses repuntando (enero 3.59%, febrero 3.77%, marzo 3.80%, abril 3.93%), ¿que deberá hacer la Junta de Gobierno del Banco de México en la reunión de política monetaria de mañana? Aumentar la TII, algo que probablemente no hará. Lo más probable es que la baje, como lo hizo en seis ocasiones, del 8 de agosto al 27 de marzo, pese a los repuntes inflacionarios de febrero y marzo.

¿Qué puede indicar que, pese al repunte en la inflación, el Banco de México baje la TII? Que el objetivo de la Junta de Gobierno no es llevar la inflación a la meta puntual del 3%, sino reducir la tasa lo más posible. ¿Para qué? Posible respuesta: para incentivar el crecimiento de la economía, que va a la baja. En 2022 el crecimiento fue 3.70%. En 2023 3.30%. En 2024 1.23%. Para 2025, según el resultado de la encuesta de abril del Banco de México a los economistas del sector privado, la expectativa es 0.11%.

¿De qué manera la baja de la TII puede incentivar el crecimiento de la economía? Lo primero que hay que tener en cuenta es que el crecimiento se mide por la producción de bienes y servicios, que depende de las inversiones directas, que los empresarios realizan para producir satisfactores, crear empleos y generar ingresos, inversiones que llevan a cabo motivados por el afán de lucro.

¿De qué manera la baja de la TII puede incentivar el crecimiento de la economía? En primer lugar: si la baja de la TII causa la baja en el resto de las tasas de interés, se vuelve menos atractivo realizar inversiones financieras (prestar dinero a cambio de los intereses que se cobran), y las inversiones directas (producir y ofrecer bienes y servicios), se vuelven más atractivas. En segundo lugar: si para realizar inversiones directas los empresarios necesitan pedir prestado, menores tasas de interés pueden incentivar la demanda de crédito para invertir directamente, lo cual se traduce en más producción y, por lo tanto, en mayor crecimiento de la economía.

El Banco de México tiene el objetivo constitucional (Art. 28), de “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, que las autoridades monetarias identifican, ¡equivocadamente!, con una inflación del 3%, más - menos un punto porcentual de margen de error. El objetivo de cualquier banco central debe ser, en el peor de los casos, preservar el poder adquisitivo del dinero y, en el mejor, incrementarlo, pero nunca reducirlo, que es lo que sucede si se tiene meta de inflación.

El Banco de México tiene, como debe ser, un solo mandato, el de procurar la estabilidad del poder adquisitivo del peso, no el de incentivar el crecimiento de la economía (hay bancos centrales, como la Reserva Federal, que tienen un mandato dual: la estabilidad del poder adquisitivo y el crecimiento, lo cual puede ser contradictorio). La pregunta es si la baja de la TII del 27 de marzo pasado, ya conociéndose el repunte inflacionario de febrero, no muestra que la Junta de Gobierno del Banco de México está más preocupada por incentivar el crecimiento que por llevar la inflación a la meta puntual del 3%, lo cual sería un error.

Mañana, ¿qué decidirá con relación a la TII? ¿Mantenerla en 9.00%, bajarla, subirla?

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