Volver al punto de partida. Las indagatorias sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa siguen conduciendo, es irremediable, al vertedero de Cocula.
La detención de Lambertina Galeana, quien fue presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, es una evidencia que apunta en ese sentido.
La magistrada está acusada de delincuencia organizada y desaparición forzada, pero lo interesante de la consignación es lo que se refiere a la destrucción de imágenes, captadas por las cámaras 12 y 15 del Palacio de Justicia en Iguala, que habrían brindado información sobre lo que ocurrió en el Puente del Chipote la noche del 26 de septiembre de 2014.

Solvencia en la mañanera
Si bien, los videos serían de utilidad, ésta es relativa, porque sí se sabe lo que ocurrió en ese lugar, gracias, en gran medida, a las indagatorias que realizó la CNDH y la Oficina Especial del Caso Iguala, que coordinaba José Trinidad Larrieta, lo que derivó en la Recomendación por violaciones graves VG/2018, uno de los documentos más exhaustivo y acreditado sobre la desaparición forzada de los estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos, que se emitió cuando el ombudsman era Luis Raúl González Pérez.
En el Puente del Chipote, frente al Palacio de Justicia, patrullas municipales de Huitzuco e Iguala detuvieron al autobús 1531 de la compañía Estrella de Oro, donde viajaban al menos 15 de los normalistas.
Un sobreviviente de los hechos narró a los visitadores de la CNDH lo que atestiguó aquella noche de espanto en Iguala, y por ello se conoció que dos policías federales presenciaron las detenciones y tuvieron el siguiente diálogo con los municipales:
—¿Qué pasa con los chavos?—, pregunta el agente de la PF.
—Allá atrás chingaron a un compañero. Se los van a llevar a Huitzuco. Allá que El Patrón decida qué hacer con ellos— anunció el policía municipal a cargo del operativo.
Los delitos de alto calibre, que muchas veces conducen a tragedias, no requieren de argumentaciones, se van engarzando decisiones que, con el tiempo, muestran todo su contorno.
La reconstrucción de esos momentos también permitió que la PGR mandara a la Universidad de Innsbruck, en Austria, una playera negra con la que se pudo establecer que correspondía al perfil genético de Giovanni Galindrez, quien estaba en el Puente del Chipote, lo que abrió otra ruta sobre las desapariciones, que se refrendó con los hallazgos de restos humanos en el río San Juan, en Cocula, como los de Alexander Mora Venancio, quien también estuvo en el autobús 1531, de acuerdo con datos georreferenciados de su línea de teléfono celular.
Si se mira con perspectiva el caso, en su aspecto medular, está resuelto desde hace mucho, pero, por desgracia, prejuicios y obstinaciones hacen que no se retome lo que se hizo bien en la CNDH.
