La disidencia magisterial agrupada en la CNTE, a la que desde sus años de opositor y perredista utilizara Andrés Manuel López Obrador para presionar, amenazar e intentar desequilibrar a gobiernos del PRI y PAN con marchas, plantones y bloqueos, como lo hiciera desde Palacio Nacional el sexenio pasado, es la misma que hoy, fortalecida y ensoberbecida, busca doblegar al Gobierno y obligarlo a satisfacer sus demandas.
A pesar que desde la tarde del lunes bloquearon los alrededores de la Secretaría de Gobernación, sostuvieron un prolongado diálogo y lograron una cita este viernes —si es que no se cancela— redoblaron y ampliaron bloqueos, desquiciaron la ciudad y la madrugada del miércoles, cerraron el acceso a Palacio Nacional, impidieron el paso a funcionarios, personal y periodistas, lo que obligó a una mañanera virtual.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Después de la séptima llamada de su homólogo estadounidense, Donald Trump, ayer, la Presidenta Claudia Sheinbaum dijo que fue “para hablar de temas comerciales, nada en particular, seguimos negociando con él para reducir los aranceles impuestos a productos mexicanos”, el último de los cuales fue, ayer, de 3.5 por ciento a las remesas al extranjero.
Éstos, que inicialmente eran de 5 por ciento, fueron aprobados por el pleno de la Cámara baja de Estados Unidos, del plan fiscal propuesto por Trump, que una comisión del Senado mexicano intentó en vano que se eliminara, como era de esperarse, lo que será un severo golpe a la economía, pese a lo cual, lo “celebran”.
En su mañanera de ayer, ya con presencia de prensa, la Presidenta le pidió al secretario de Estado de EU, Marco Rubio, “no especular”, por haber declarado a la Cámara de Representantes de su país que el asesinato de colaboradores de la Jefa de Gobierno de CDMX confirmó que la violencia política en México es real, y esperar resultados de las investigaciones.
Cuando el Gobierno de la CDMX informaba del “descenso” de homicidios y ponderaba la estrategia de seguridad capitalina, dos pasajeros en un transporte público que circulaba a mediodía por la avenida Río Churubusco, fueron asesinados por hombres armados, al resistirse a ser asaltados.
Qué manera de dañar la imagen del Senado, por parte de su presidente, Gerardo Fernández Noroña, con actitudes de prepotencia y autoritarismo, a las que ayer sumó una discusión a gritos con habitantes del municipio mexiquense de Ocuilan, con los que se enfrascó, para, al final, arremeter contra la prensa que, dijo, “es muy canalla con nosotros”.