El futbol es el deporte más popular del mundo, el que más transmisiones, dinero e impacto generan. Incluso el Campeonato Mundial de Futbol casi es comparable a los Juegos Olímpicos en cobertura y audiencia. Lo que pasa en el futbol tiene una gran repercusión a nivel mundial.
Como en todo deporte se ha establecido una diferencia de género por razones físicas, ya que es una actividad predominantemente corporal. Aunque puede haber mujeres más grandes, altas y fuertes que algunos hombres, en promedio el cuerpo masculino es más alto, fuerte y robusto. Por eso, a lo largo de la historia se ha entendido y aceptado que las competencias deportivas se hagan por sexos. El futbol, históricamente, fue considerado un deporte únicamente masculino. Se convirtió en casi un aspecto de identidad de género: si eras hombre, te gustaba el futbol; si eras mujer, no entendías ni sabías nada de él. Un ejemplo que se usaba para ilustrarlo era que una mujer nunca entendería qué es el offside o fuera de lugar.
Las primeras mujeres que se atrevieron a jugar futbol fueron señaladas de manera despectiva como “hombrunas, marimachas y poco femeninas”. También se decía que no podían tener la fuerza, rapidez o plasticidad, ni mucho menos la habilidad con los pies para tratar la pelota. Aun así, el gusto por el futbol femenino fue creciendo y las mujeres fueron demostrando que sí tenían todas las habilidades físicas y tácticas necesarias para jugar. Aunque al principio los directores técnicos y árbitros eran hombres, con el tiempo también fueron llegando mujeres a esas posiciones clave de estrategia y justicia en el juego.

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El futbol femenil ha crecido paulatinamente. En cada país se han creado ligas femeninas y los equipos profesionales formaron sus versiones femeninas. Se desarrollaron selecciones nacionales y torneos internacionales. Desde 1991 existe la Copa Mundial Femenina, cuya edición más reciente en 2023, en Australia, tuvo una gran audiencia. La final entre España e Inglaterra no sólo fue emocionante, además de ser el partido de futbol femenino más visto en la historia del país, fue escenario de un hecho polémico: el beso no consentido del directivo español a la jugadora Jenny Hermoso, quien, por cierto, actualmente juega en la Liga MX.
A nivel de clubes, el torneo más seguido es la Champions League. La versión femenina también ha ganado terreno, como lo mostró el reciente partido entre el Barcelona y el Arsenal, jugado el 24 de mayo en Lisboa, que generó gran interés. En ese encuentro, el equipo inglés, dirigido por una mujer —Renee Slegers—, venció al equipo español dirigido por un hombre.
Hoy, el futbol es también de las mujeres. De todas. De las que se maquillan y llevan el cabello largo en una coleta, de las que no se arreglan y tienen el cabello corto. De las que son madres y logran combinar la maternidad con el deporte. Juegan bien, bonito, con inteligencia. Hoy en día hay mujeres árbitras en todos los partidos y cada vez más mujeres ocupan puestos como directoras técnicas. El campo ya no es sólo de ellos. También es de ellas.

