LAS CLAVES

México y Japón

Carlos Olivares Baró. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

El político, jurista y escritor Ricardo Sheffield (Los Ángeles, California, 1966) entrega El país de enfrente. México y Japón una historia de resiliencia (Ariel /Planeta, 2025) en el que pone de manifiesto la influencia japonesa en México y profundiza en las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambas naciones. Mirada a las coincidencias históricas y los vínculos que unen a dos lejanos pueblos geográficamente, pero cercanos a pesar de sus diferencias culturales y económicas por una historia común en la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos.

“No somos vecinos, estrictamente hablando, pero sí somos uno para el otro. Somos el país que está frente a las costas del Pacífico. Sin duda alguna, en 1824, cuando toda la alta California formaba parte de México, era mucho más claro que estábamos enfrente de Japón. Más aún si seguimos el espíritu que inspiró una de las composiciones musicales y juego mecánico de Walt Disney: a pesar de todo, vivimos en “un mundo pequeño”. Bajo esa visión, “¿qué tanto es un océano?”, ha dicho Sheffield.

Volumen conformado por nueve capítulos: “Las culturas madre: Jomon y Olmeca” (relaciones del periodo Jomon con la cultura Olmeca); “Un mosaico de Shoguns y Tlatoanis” (el esplendor de los tlatoanis, el shogunato y el fin de los tlatoanis y los shoguns); “La compañía de Jesús” (el budismo y los jesuitas en México); “El tratado de igualdad de 1888 y la cultura Enomoto” (inicio de las relaciones diplomáticas entre México y Japón); “La Segunda Guerra Mundial” (el ataque de Pearl Harbor, México contra Japón, Japón acepta la derrota incondicional); “Donde aprieta el cinturón de fuego” (terremotos en Japón, México: tierra de volcanes, dos terremotos en un mismo aniversario); “La industria automotriz” (el milagro japonés, la industria automotriz en ambos países, los automóviles japoneses llegan a México); “La influencia cultural entre México y Japón” (semejanzas culturales, el poeta Octavio Paz: diplomático en Japón, la televisión japonesa habla español); “Acuerdo de asociación económica de México y Japón en 2005” (la Orden del Sol Naciente y la Orden Águila Azteca).

El lector tiene en sus manos una bitácora en que dos naciones dialogan a través de conexiones fraternas: las jacarandas en nuestros prados fueron introducidas y popularizadas en México a principio del siglo XX, gracias al jardinero japonés Tatsugoro Matsumoto; el karaoke que los jóvenes mexicanos han adoptado en sus fiestas; la forma en que los dos países han salido adelante después de las catástrofes provocadas por los sismos; la popularidad de los restaurantes japoneses y la introducción del sushi a la dieta gastronómica de los mexicanos; o la presencia del mariachi en eventos musicales del Japón y asimismo, la popularidad de Luis Miguel y de Thalía entre los jóvenes japoneses. Las figuras coleccionables de personajes de manga y anime, de Los caballeros del Zodiaco y de las cartas mágicas de Yu-Gi-Oh son parte de los juguetes preferidos de los niños mexicanos. / “La resiliencia, una palabra muy propia del siglo XXI, aportación del movimiento feminista, es una cualidad compartida por los pueblos de México y Japón”, puntualiza Ricardo Sheffield.

El país de enfrente Autor: Ricardo Sheffield Género: Ensayo Editorial: Ariel/Planeta, 2025 ı Foto: Especial
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