PESOS Y CONTRAPESOS

Del empleo y el ingreso (2/2)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

En el anterior Pesos y Contrapesos vimos que en abril, en comparación con marzo, en cinco de las siete variables consideradas (tasa de desempleo, tasa de ocupación parcial y desocupación, tasa de presión general, tasa de subocupación y tasa de informalidad laboral), los resultados empeoraron y solamente en dos (tasa de condiciones críticas de ocupación y tasa de ocupación en el sector informal), mejoraron.

Avanzando en el análisis del mundo laboral mexicano vamos a ver, en primer lugar, la posición de la población ocupada; en segundo, el sector de la actividad económica en la que trabajan; en tercero, su nivel de ingreso.

Por posición en el trabajo en abril el 69.5% de la población ocupada fueron trabajadores subordinados y remunerados; el 21.4% fueron trabajadores por su cuenta; el 6.0% fueron empleadores; el 3.0% fueron trabajadores no remunerados.

Por sector de actividad económica en abril el 10.6% de la población ocupada trabajó en el sector primario (agricultura, ganadería, silvicultura, caza, pesca); el 24.9% lo hizo en el sector secundario (industrias extractivas y electricidad el 0.6%; industrias manufactureras el 16.5%; construcción el 7.8%); el 63.9% laboró en el sector terciario (comercio el 20.0%; restaurantes y servicios de alojamiento el 8.1%; transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento 5.5%; servicios profesionales, financiaros y corporativos 8.1%; servicios sociales el 8.3%; servicios diversos el 10.0%; gobierno y organismo internacionales el 4.0); el restante 0.7% lo hizo en sectores no especificados.

Por nivel de ingresos en abril el 39.8% de la población ocupada percibió hasta un salario mínimo; el 29.2% ganó más de un salario mínimo y hasta dos; el 5.9% percibió de dos a tres salarios mínimos; el 2.2% ganó más de tres salarios mínimos y hasta cinco; el 0.9% percibió más de cinco salarios mínimos.

El 69.0% de la población ocupada ganó hasta dos salarios mínimos, no más de $557.60 diarios, siendo éste, la baja capacidad para generar ingreso, el principal reto que enfrentamos en materia de bienestar, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que se dispone para la satisfacción de las necesidades, la mayoría de los cuales hay que comprar, para lo cual hay que pagar un precio, para lo cual hay que generar ingresos, para lo cual hay que tener trabajo. Puntualizo: para lo cual hay que generar ingreso SUFICIENTE, para lo cual hay que tener trabajo PRODUCTIVO, para lo cual hay que trabajar en un mercado laboral en el cual LA DEMANDA DE TRABAJO DE PARTE DE LOS EMPLEADORES SEA MAYOR QUE LA OFERTA DE TRABAJO DE PARTE DE LOS TRABAJADORES, para lo cual se requiere que las inversiones directas crezcan lo más posible, para lo cual se necesita que la confianza de los empresarios para invertir directamente sea también la mayor posible, para lo cual es indispensable que haya Estada de Derecho, tema al que volveré, ¡nuevamente!, en los próximos Pesos y Contrapesos.

El fin de la economía es el bienestar, que depende del empleo y el ingreso, empleo que debe ser suficiente para que todo aquel que quiera trabajar consiga trabajo (algo que, por el momento, se da en la economía mexicana), ingreso que debe ser suficiente para que todo aquel que trabaje satisfaga correctamente, por lo menos, sus necesidades básicas (algo que sigue pendiente).

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