En medio de la euforia del americanismo que no dejaba de saturar a todos con su famoso e hipotético tetracampeonato, de un posible Mundial de Clubes y de las siempre eternas discusiones de futbol que se roban los espacios deportivos, emergió un chico de 21 años que se volvía la noticia del día. No, no era una nueva promesa del futbol que acabaría con la depresión nacional de nunca trascender en un mundial, se trata de Isaac del Toro, un ciclista inexperto que durante más de una semana conquistó y emocionó a propios y extraños liderando el Giro de Italia, una de las competencias más prestigiosas y complicadas del mundo del ciclismo.
De Ensenada para el mundo, con apenas 21 años obtuvo el subcampeonato del Giro y se coronó como el mejor ciclista joven con la maglia blanca. Fue superado en la penúltima etapa por el británico Simon Yates. Además de Yates, su otro rival que compitió codo a codo con él, fue el ecuatoriano Richard Carapaz, medallista olímpico y que en 2019 conquistó el Giro y en 2022 subcampeón de la misma competencia. Es decir, Del Toro plantó cara a dos de los mejores ciclistas del mundo y en ningún momento se achicó. Sí, probablemente falló en un momento crítico, o falló el equipo, finalmente el ciclismo de ruta es una prueba de equipo.
Más allá de los motivos, si fue la inexperiencia o se le acabaron las piernas, o si el británico empleó una mejor estrategia, el Giro de Italia y los nueve días consecutivos que portó la maglia rosa, como líder absoluto, son ya históricos. Durante ese tiempo, medios italianos como la Gazzetta dello Sport, el medio que dio vida a esta competencia y por el cual el líder viste de rosa al igual que sus páginas, destacaron en todo momento el espíritu y fortaleza de la nueva promesa del ciclismo y que le dio una emoción extra al Giro con el pique personal con Carapaz.
También, el efecto Del Toro, brinda a todos los amantes del ciclismo un nuevo aire después de aquellos finales de los noventa y principios del nuevo siglo en los que se le daba mucho espacio y seguimiento a las competencias de ciclismo, gran culpa por la imagen de Lance Armstrong, el ciclista norteamericano que durante ese tiempo era reconocido como el Michael Jordan del ciclismo y quien lograra ganar siete Tour de France de manera consecutiva; además de la historia personal, en la que Armstrong logró vencer al cáncer y volver a montar su bicicleta.
¿Quién no utilizó las famosas pulseras amarillas de Live Armstrong? Todo un fenómeno de marketing que muy pronto se oscureció con la caída del ídolo del ciclismo estadounidense quien finalmente aceptó el uso de sustancias prohibidas durante todas las competencias que ganó en tierras francesas. La UCI lo despojó de sus siete títulos de La Tour y lo suspendió de por vida. El Comité Olímpico Internacional le solicitó devolver la medalla olímpica que ganó en Sídney 2000. Así fue el decepcionante final de Lance y que terminó afectando a todo el ciclismo en aquella época.
Hoy con ánimos renovados, el ciclismo mexicano promete emocionar con las actuaciones de Isaac del Toro, que ya ha confirmado su participación el próximo agosto en la Vuelta de España, la que será una prueba de consagración y en la que ahora existirá mayor presión por parte de su equipo y sus rivales, que ya lo tienen muy bien ubicado.