La magia de la fotografía es poder congelar un momento que eventualmente nos devuelva a la escena, a los olores, a los sonidos e incluso a las texturas. Pero el poder que tiene en materia periodística es inigualable.
Quienes hayan estudiado fotografía, recordarán a Henry Cartier Bresson con su momento decisivo, ese que nos obliga a querer fotografiar porque descubres que el personaje frente a ti es interesante, está haciendo algo interesante en un lugar interesante.
Esa es la habilidad del fotógrafo, observar para descubrir y capturar. En el fotoperiodismo hay que estar hacerlo para cazar el momento decisivo que informe lo que sucede, sin mucha o nada de explicación.
El fotoperiodismo deportivo es así a alta velocidad, sin oportunidad de parpadear, de seguir la jugada, el golpe y la secuencia a distancia. Todo eso es lo que hace el fotógrafo pero el empuje de la imagen se da de la mano del contexto y su significado.
Hoy la foto es la del gol del español Sergio Ramos para el equipo de los Rayados del Monterrey quienes participan por sexta vez en este torneo, siendo el equipo mexicano con mayor presencia, frente al Inter de Milán.
Un torneo en el que están dos equipos mexicanos Monterrey y Pachuca, los regios jugando de primera y frente a un equipo italiano y subcampeón a UEFA Champions League.
De esos encuentros que nos despierta la suspicacia de si el nivel y estilo del futbol mexicano puede dar pelea ante el juego europeo e italiano.
Las diferencias son abismales entre uno y otro, por lo que los ojos y las expectativas eran muchas.
Era el primer tiempo y en un tiro de esquina cobrado por el español Oliver Torres por parte del conjunto regio, realizan una jugada ensayada y bien preparada para que quedara libre el capitán Segio Ramos y entrara al área chica para cabecear el balón.
La foto de.Kiyoshi Mio para Reuters es fantástica, porque su ojo siguió la jugada, su posición le aseguró el encuadre para esperar el remate.
Sergio Ramos (de azul) salta y como si se quedara suspendido en el area, cabecea hacia la portería. El cabello que queda como estela del impulso a la hora de brincar y girar la cabeza con potencia, el sudor a su alrededor dándole mayor impacto visual al momento y el balón aún en el cuadro para ver su destino.
Lo tenemos todo, sabemos a qué brincó, que le pegó con la cabeza y alcanzamos a ver el balón dirigido. Quizá la cereza del pastel hubiera sido la portería, pero la escena gana.
El equipo mexicano anotó gol al italiano, pocos lo esperaban, aunque más de 40mil seguidores del Monterrey lo soñaban.
El futbol son 90 minutos con escenas específicas y tangentes para los aficionados. Son los momentos decisivos que nos marcan en la historia del futbol.
Este es uno de ellos, en donde se mezclan los colores de un equipo, la afición de una ciudad y en este tipo de torneos hasta los de un país.
Justo el contexto que necesita esta imagen para no solo ver una simple jugada de futbol o un cabezazo nada más.