DESDE LAS CLOACAS

Caminando para atrás

El Duende. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Todo comenzó con el spot que grabara hace unos meses la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, donde amenazaba y criminalizaba a todos los migrantes indocumentados.

Su transmisión en varios canales de televisión abierta en México dio pie para impulsar la Ley de Telecomunicaciones o, como la llama la oposición, la Ley Censura.

La propuesta original era que ese tipo de mensajes no pasaran más en la televisión nacional y que ya no se difundieran ese tipo de anuncios.

Tenía también como argumento la encomienda de prohibir que se pudiera pagar para promoverlos, sobre todo cuando llevaran mensajes de gobiernos extranjeros que tocaran temas ideológicos o políticos. En pocas palabras, no permitir la intervención en ninguna de sus formas y proteger la soberanía nacional.

Peeeeero, la reforma, al final, acabó siendo una ley muy diferente.

Una donde el régimen puede censurar medios de comunicación y suspender transmisiones que violen lo estipulado en la misma o más riesgoso aún —tal y como lo manifestaron PRI y PAN—, dar facultades al Gobierno para espiar a los mexicanos al tener acceso total a nuestros datos personales.

De los más cuestionadores en la discusión, fue el senador priista Manuel Añorve, quien fue más allá y arremetió con todo contra la ley en la tribuna: “Ahora, Morena, cuando vea algún contenido que no le guste o escuche alguna crítica a la 4T, le va a bajar el switch a la televisora o la estación de radio que se atreva a contradecir al Gobierno. El verdadero objetivo es silenciar a las voces críticas”.

Lamentablemente en el Senado, legisladores morenistas junto a sus aliados aprobaron en lo general la Ley de Telecomunicaciones con 77 votos a favor, 30 en contra y cero abstenciones, con lo que ahora pasará a la Cámara de Diputados.

¿Por qué es relevante?

Porque aunque lo nieguen, la ley ataca, directamente, la libertad de expresión y a los pocos medios que todavía se atreven a cuestionar al poder y que, actualmente, son el único contrapeso ante las decisiones —muchas de ellas autoritarias— por parte del Gobierno.

Hace menos de un mes, fuimos testigos de la farsa que fue la elección del Poder Judicial, en donde, al final, el propio INE tuvo que hacer cualquier tipo de maromas para salir a legitimar lo ya podrido de origen.

Sí, a pesar de eso, no hemos entendido nada y se avala esta “Ley de Telecomunicaciones” seguimos caminando para atrás.

Poco a poco, el partido gobernante ha ido tomando el control de los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y, recientemente, el Judicial. No me sorprende que ahora vayan por el que les faltaba, el cuarto poder, los medios de comunicación.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeeee!!!

Temas: