Que la oposición y los columnistas mexicanos estemos muy mal (histriónicos, repetitivos y dentro de una burbuja) no significa que la 4T tenga razón en su propuesta de reforma política, en particular su idea de desaparecer las diputaciones plurinominales.
En lógica, se trata de dos proposiciones distintas: A y B. Suponiendo que sea verdad A, que la oposición y la mayoría de los columnistas en México somos patéticos, entonces es falso No A: que oposición y columnistas seamos ejemplares.
Evaluemos ahora la proposición B: ¿La Presidenta Claudia Sheinbaum tiene suficientes motivos para impulsar una reforma política que desaparezca las diputaciones plurinominales? En este caso, necesitamos evidencia. Ella dice que los representantes deben hacer trabajo territorial, en vez de simplemente estar en una lista. ¿Hay elementos científicos (pues la ciencia política no es una ciencia de a mentiritas) para decir que todos los políticos deban ganar elecciones recorriendo casa por casa su distrito? Cierto, en Francia era el caso hasta antes de que existiera el Parlamento Europeo. Todos los políticos franceses debían pasar la prueba de fuego y ganar en su terruño. Pero ello era inviable tratándose de la asamblea que representa a Europa entera. El Parlamento Europeo se forma completamente de legisladores por representación proporcional. Y resulta que México es un país muy grande, como la suma de varios países europeos.
La proposición B es falsa. Como suele ocurrir con todas las iniciativas que surgen del cesarismo antes que de la necesidad. Por ejemplo, en Hungría, el primer ministro Viktor Orban quiere prohibir la marcha del orgullo LGBTQ+. Está muy mal. Lo sentí en el corazón este sábado 28 de junio mientras viajaba en el Metro de la Ciudad de México. Veía a familias humildes acompañar con enorme alegría y dignidad a su hijo gay o a su hijita lesbiana. En mi juventud, en cambio, me tocó mirar el sufrimiento de las personas de la diversidad sexual que debían silenciar sus preferencias, su identidad. Por ello saldría a protestar contra cualquier gobernante que nos quisiera quitar la marcha del orgullo LGBTQ+.
Como escribió Uuc-kib Espadas: “La solución más práctica al problema de percepción sobre la votación de los pluris es muy simple: hay que volver a votar en dos boletas, de forma que cada elector sepa exactamente por quién sufragó, y los partidos se vean obligados a postular candidatos presentables para esos cargos. Restringir el derecho de las mayorías a representarse, cosa que sólo se logra a través de las pluris, adolece del mínimo sentido democrático”.
Aunque la 4T no sea retrógrada, como Orban, en temas de inclusión de minorías sexuales, es igualmente subjetiva que él cuando confunde sus opiniones políticas con ciencia política. Excluirá a minorías políticas y eso está muy mal. Saldré a protestar si quiere imponernos su reforma política, mayoriteando. Si menosprecia a una oposición que no trabaja lo suficiente y a los opinadores que viven en una burbuja, ¿por qué gobernar a partir de la mera opinión subjetiva?