SPLIT FINANCIERO

Impacto económico binacional, alerta para el sector agroalimentario

Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

La decisión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de suspender el proceso de reanudación comercial para la entrada de ganado mexicano representa un revés significativo para la industria cárnica nacional y un factor de tensión en la relación agroalimentaria entre ambos países. El motivo, un nuevo caso confirmado de gusano barrenador detectado al norte de Veracruz, fuera del área cubierta por el sistema de control basado en la liberación de moscas estériles, lo que incrementa el riesgo de propagación hacia regiones fronterizas con Estados Unidos.

Para el sector cárnico mexicano, especialmente para las plantas certificadas bajo el esquema Tipo Inspección Federal (TIF), la medida impuesta por las autoridades estadounidenses representa una interrupción inesperada con consecuencias inmediatas en términos operativos, financieros y logísticos.

Las exportaciones de carne y ganado hacia el mercado estadounidense constituyen uno de los principales canales de ingreso para la industria, por lo que cualquier bloqueo, aunque sea temporal, compromete el flujo de productos de alto valor agregado, afecta el cumplimiento de contratos internacionales y genera distorsiones en la cadena de suministro. Desde la perspectiva empresarial, el cierre de los cruces fronterizos planeados para el segundo semestre de 2025, inicialmente proyectados como parte de una reapertura gradual del comercio pecuario bilateral, es un obstáculo severo. Las plantas exportadoras enfrentarán costos adicionales derivados del almacenamiento, la redirección de inventarios y la posible desaceleración en la faena. En paralelo, se debilita el posicionamiento competitivo de México, como proveedor confiable en uno de los mercados más exigentes del mundo. Se dejó claro, se está trabajando para cumplir con los acuerdos, por lo que el extrañamiento imprevisto no entra en la ecuación de las charlas realizadas entre ambas naciones sobre el tema.

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La afectación es recíproca. El comercio cárnico entre México y Estados Unidos está valuado en miles de millones de dólares anuales y da soporte a una red interdependiente que incluye productores, empacadoras, transportistas, cadenas minoristas y consumidores. La suspensión impuesta por el USDA introduce fricciones innecesarias en un ecosistema comercial consolidado, con impactos negativos tanto en las exportaciones mexicanas como en los procesos de abasto y distribución en territorio estadounidense. En México, la reacción del gobierno federal no se hizo esperar. Desde Palacio Nacional, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha expresado su sorpresa ante la decisión del gobierno estadounidense, calificándola como una respuesta inesperada, dada la actuación inmediata, transparente y coordinada de las autoridades sanitarias mexicanas. La administración federal mantiene su confianza en que, con base en los esfuerzos de contención liderados por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), y el compromiso de la industria cárnica, será posible retomar el flujo comercial en el corto plazo.

Actualmente, el gobierno mexicano ha intensificado las acciones de vigilancia epidemiológica y contención del brote. Entre las medidas implementadas destacan la ampliación de las zonas de dispersión de moscas estériles, técnica clave para romper el ciclo reproductivo del gusano barrenador, el establecimiento de cordones sanitarios en los estados colindantes y la movilización de brigadas especializadas para identificar y tratar posibles focos de infestación. Incluso en todo esto ya está más que pactada la inversión para dar certidumbre al tema. Los protocolos de inspección en rastros y centros de acopio están en marcha, así como los mecanismos de trazabilidad en los movimientos de ganado, para garantizar el control sanitario a lo largo de toda la cadena productiva.

El riesgo sanitario está controlado dentro de los términos en que se ha comprometido México, y no hace falta decir que la competitividad de las exportaciones agroalimentarias no depende únicamente del cumplimiento técnico, sino también de la capacidad de gestión de crisis. Mantener el acceso al mercado estadounidense requerirá no sólo protocolos más robustos de bioseguridad y trazabilidad, sino también una narrativa clara de control, eficiencia y compromiso con la sanidad animal. La industria cárnica nacional está preocupada, se enfrenta así a un nuevo desafío estratégico: responder con rapidez, preservar su reputación internacional y demostrar, ante socios comerciales y organismos reguladores, que el sistema mexicano de inspección y vigilancia es capaz de sostener la inocuidad y la calidad, incluso en escenarios de contingencia.

Mientras continúan las evaluaciones conjuntas entre el USDA y SENASICA, el futuro inmediato del comercio pecuario bilateral permanece en pausa, con implicaciones que van más allá del ámbito sanitario y que obligan a replantear las condiciones de certidumbre para el desarrollo agroexportador del país. En todo esto, se debe escuchar a la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF), que reitera que el sistema TIF garantiza la inocuidad de la carne, incluso en situaciones de contingencia sanitaria y estas decisiones afectan la operación, exportación y logística de las plantas certificadas, además de pérdidas millonarias para ambos países.

Voz en off. Grupo Ferrero cerró la compra de WK Kellogg Co por 3,100 millones de dólares, integrando así un histórico portafolio de cereales para el desayuno en Estados Unidos, Canadá y el Caribe, y ampliando significativamente su presencia en productos de consumo masivo más allá del sector de la confitería. Aunque la operación está centrada en América del Norte, Ferrero tiene una presencia relevante en México. ¿La desaparecida Cofece entrará a palomear para su operación en nuestro país? O veremos a alguna otra autoridad evaluando si existen posibles efectos sobre la competencia en el mercado mexicano. Veremos…

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