Tan sólo la semana pasada fueron cinco los casos de morenistas que fueron captados magnateando durísimo y exhibiendo lujos y opulencia. España, Italia, Portugal y hasta Tokio fueron algunos de los destinos elegidos por militantes de la llamada Cuarta Transformación para vacacionar, dejando claro que, eso de la “austeridad republicana”, es toda una mentira.
A pesar de los mensajes de que “el poder debe ejercerse con humildad”, como se dijo en una de las conferencias mañaneras, cada vez son más los morenistas que, aún con el “jalón de orejas” de la Presidenta, siguen dándose una vida de excesos y derroches.
El mensaje fue muy claro y, a pesar de que los líderes de su partido acusaron recibo, no fue suficiente.
En la 4T hicieron caso omiso de sus palabras y siguieron despachándose con la cuchara grande, acudiendo a lugares y restaurantes carísimos.
Tal y como le dieron la espalda en el Zócalo capitalino en marzo de este año, así también se la dan hoy en lo que a austeridad se refiere.
Lo delicado del tema es que cada vez parece importarles menos lo que opinen en Palacio Nacional y para muestra un botón.
La propia dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, en un gesto de reto y desafío, dijo que quien tenga quejas por los viajes de lujo que han hecho los morenistas en los últimos días, que lo denuncie ante la Comisión de Honestidad del partido.
Y es que las imágenes se viralizaron de inmediato en redes sociales, desnudando así el doble discurso de los políticos del régimen.
Enrique Vázquez, Mario Delgado, Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, Sergio Mayer y Andy López Beltrán exhibieron incongruencia y faltaron al principio básico de la 4T: “primero los pobres”.
Ese discurso de la “pobreza franciscana” que tanto pregonaba su líder el expresidente Andrés Manuel Lopez Obrador, y que durante años fue el estandarte con el que se conducía su movimiento, hoy queda en una mera anécdota en donde su frase: “No puede haber Gobierno rico con pueblo pobre”, suena a burla.
Apenas hace unos meses, y cuando empezaban a ventilarse cada vez más este tipo de acciones por parte de los círculos morenistas más importantes, la propia Presidenta presentó su decálogo para que su partido no cayera en estos excesos.
Pero como siempre, la realidad supera la ficción y tristemente –un día sí y el otro también– diferentes personajes cercanos al partido gobernante son balconeados por sus excentricidades y vidas de rock star.
¡Y lo que nos falta!
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeeee!!!