Producto de la reforma, la emergencia de nuevos actores, así como documentales en medios, se ha discutido el perfil de los partidos en la actualidad. Morena, con una fuerte disputa por el cambio en su coalición dominante. De los presidenciables 2030 que marcaban las primeras encuestas del año: Noroña, Andy López, Monreal, Adán Augusto, Ebrard y Harfuch.
Los primeros cuatro, han vivido un bombardeo, a través de filtraciones, escándalos y modificaciones legales. La disputa es sobre quien dominará la conformación del Congreso y gubernaturas en 2027, e inmediatamente después, la sucesión 2030. Es total, es por el control de la república, por el presupuesto público y no se conocen los límites que puedan tener los actores en ese combate, la ultima vez que México vivió una disputa de este tamaño, el desenlace fue trágico.
Algo que se discute poco, es que pese a tener el control absoluto de los tres poderes de la unión y de órganos autónomos, en preferencias por partido, Morena ha estado en una banda de entre 35 y 45 por ciento. Y en la elección de Veracruz y Durango obtuvieron entre 25 y 32 por ciento de los votos.

Góbers felices en el sorteo
Como se puede observar, Morena tiene una fuerte dependencia hacia sus aliados, PT y PVEM, no sólo electoral, sino también congresional. El PT se muestra más dependiente a las decisiones de Morena, mientras que el PVEM, tiene una mayor estructura, más presupuesto y posiciones en territorios claves como San Luis Potosí, Estado de México, Chiapas y Quintana Roo. El partido muestra una disputa interna entre quienes buscan competir solos, aliados de medios de comunicación y quienes quieren continuar en alianza con Morena. Esta decisión es trascendental porque de ir solo podría convertirse en un competidor directo que absorba más rápido bases territoriales del PRI.
En la otra esquina se encuentran PAN y PRI, que en conjunto sumaron 27 por ciento de los votos a la Cámara de Diputados. Todo indica que ha llegado el momento de separar una alianza sexenal que los desdibujó estructural y mercadológicamente. Ambos partidos han comenzado su relanzamiento, y en los juegos estratégicos, lo que fue una alianza, poco a poco se tendrá que convertir en disputa por ese porcentaje, debido a que sus electores se mimetizaron y no queda de otra, más que ir por esa bolsa primero. El blanquiazul regresó a los números que tuvo en la década de los 80, pero si quiere superar el 20 por ciento nuevamente, tendrá que ir primero por los electores de derecha, que se encuentran en la bolsa del 27 por ciento.
Movimiento Ciudadano es el partido de oposición que mejor entendió las condiciones del sexenio anterior, hoy es un partido con crecimiento presupuestal, de infraestructura, de espacios políticos y naturalmente de vida partidista. Es una plataforma que le apostó al centrismo y al largo plazo, que se ha convertido en un centro de aterrizaje para simpatizantes de centro-izquierda, y en menor medida de centro-derecha. En el tema de relanzamientos, MC lleva ventaja estratégica porque lleva más tiempo caminando por su cuenta y en 2027 tiene el reto de ir por una gama más amplia de electores. En la mayoría de los estados, los naranjas ya rebasan al PRI y se han convertido en un centro de aterrizaje para perredistas que se quedaron sin partido. Su principal reto es cómo maniobrar del segmento de electores nuevos (de nicho) a un segmento con temas más amplios y generales.
Como se puede observar, el partido más emproblemado de la cancha es el PRI, porque es el rival más débil, si el PAN quiere crecer, por estrategia necesita arrebatarle la mayor parte de electores posibles, si el PVEM va solo, naturalmente va a ir por la mayor cantidad de operadores priistas, Movimiento Ciudadano ya lo venció en la mayoría de los estados, así que está yendo por algunos de sus liderazgos, y finalmente a Morena sin la narrativa del “PRIAN”, tampoco le resulta muy útil. Así que el PRI hoy es como el Comendador de la historia ¡Fuenteovejuna!

