La UNAM es un microcosmos del país. Es una de las instituciones más grandes, diversas y autónomas de México. Reúne a más de 350 mil estudiantes, académicos y trabajadores provenientes de todos los estratos sociales y regiones del país.
Con la pluralidad que se vive en la UNAM, viendo lo que pasa ahí, muchas veces nos podemos anticipar y prever lo que está sucediendo en el clima del país.
Lo cierto es que en México se está viviendo violencia, desigualdad, un gobierno muy centralista a donde desde el Ejecutivo federal, no les gustan los contrapesos, hay reformas políticas, y a todo eso hay que sumarle las decisiones gubernamentales, de hacer recortes presupuestales importantes a la máxima casa de estudios.

Mensaje de la Corte a la IP
La UNAM sigue manteniendo uno de los niveles más altos de credibilidad institucional en México. Cuando su comunidad se moviliza o emite posicionamientos, la sociedad generalmente lo percibe como una voz colectiva legítima. Por eso hoy, es tan tensa la relación del Ejecutivo federal con la directiva universitaria.
Hace unos días supimos del asesinato de un joven al interior del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México. Y es que se está viviendo una crisis de inseguridad en múltiples planteles de la UNAM.
El asesinato de un joven al interior del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sacó a la luz una crisis de inseguridad en múltiples planteles de la máxima casa de estudios.
El agresor es un joven de 19 años, Lex Ashton, que entró al plantel con varios cuchillos escondidos en su mochila. Días antes, varios estudiantes habían denunciado a Lex por violento y por amenazar a sus compañeros. Se les dijo a dos profesores, quienes a su vez notificaron al departamento jurídico, pero las autoridades universitarias no hicieron nada al respecto.
Desde hace más de seis años, se han registrado amplias movilizaciones y paros para exigir atención frente a diversos casos que ponen al descubierto la falta de seguridad en los campus de la UNAM, ya sea CU, los CCH y preparatorias.
Después de este ataque reciente, en cuestión de días aparecieron amenazas en otras escuelas; por ejemplo, en algunos baños hubo pintas que advertían de tiroteos y alertaban supuestas activaciones de bombas, por lo que veinticinco facultades y planteles cerraron, se fueron a paro o tuvieron actividades a distancia, por preocupaciones de seguridad.
EXIGEN PAZ EN LA UNAM

Entre lo preocupante fueron unas amenazas de muerte contra cuatro profesoras de la Facultad de Química por el solamente hecho de ser mujeres y que hacían alusión al ataque en el CCH Sur. Hasta el momento, la UNAM ha presentado seis denuncias por amenazas que han resultado falsas.
Los estudiantes han hecho un sinfín de paros para visibilizar la inseguridad en los campus de la UNAM, ya sea CU, los CCH y preparatorias. A los pocos días del asesinato en el CCH Sur, se han venido dando una serie de amenazas en otros planteles. Veinticinco facultades y planteles tuvieron que cerrar. Muchos estudiantes y maestros están realmente preocupados.
Actualmente, son ocho planteles de la UNAM en paro y tomados por estudiantes, seis que están en paro, pero sin tomas del plantel, 15 en clases en línea por amenazas y 19 que funcionan con normalidad.
El viernes pasado, maestros del CCH Sur se manifestaron frente al edificio de rectoría de la UNAM para exigir que las autoridades les brinden condiciones de seguridad en su trabajo; también denunciaron la falta de atención a sus múltiples advertencias sobre el clima de inseguridad en el plantel.
Con mantas y pancartas alusivas a lo ocurrido con Ashton, aseguraron que ese asesinato se pudo haber evitado “si las autoridades nos hubieran escuchado, pues en varias ocasiones mandamos documentos donde señalamos la violencia cotidiana y estructural en la UNAM, pero hicieron oídos sordos”.
Y es que desde el pasado 4 de abril, estudiantes entregaron un documento a la dirección del CCH Sur, en el que demandaban seguridad por el “clima de violencia cotidiana” que enfrentan los maestros. Además, pidieron la instalación de cámaras de seguridad que sí funcionen y castigos para alumnos que atacan a maestros.
Aunque el CCH Sur se ubica en la colonia Jardines del Pedregal, una de las más exclusivas de la Ciudad de México, su extensión de 11 hectáreas la convierte en una zona difícil de manejar, sobre todo de noche, donde alumnos denuncian que cualquier persona puede entrar al plantel sin credencial.
Hugo Concha, abogado general de la UNAM, reconoció la inseguridad e incluso dijo que él ha entrado al CCH Sur sin que nadie le pida identificarse.
Por ahora, la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario aprobó cuatro acciones de seguridad. Ojalá funcionen.
Y mientras todo esto sucede, ha habido una disminución significativa en el presupuesto para la UNAM.
Hay que poner especial atención a lo que sucede en la UNAM. Como se encuentra la UNAM, se encuentra México hoy. Hoy tenemos un país polarizado y donde se suscitan, una y otra vez, casos de violencia y homicidios. Y se ve cada día más entre los jóvenes.

