El crimen organizado está metido en todo tipo de negocios ilícitos y hasta en donde no podríamos siquiera imaginarnos.
Uno de los más lucrativos es el robo de agua. Delincuentes asociados con distintas autoridades municipales extraen y comercializan agua de forma clandestina, después la venden a ciudadanos en donde hay escasez de agua a sobreprecios.
Esta red de delincuentes, al igual que lo hacen con el robo de combustible, perfora ductos y redes hidráulicas públicas utilizando herramientas rudimentarias como metales calentados o equipos especializados y adaptan camionetas, pipas y bombas hidráulicas para transportar grandes volúmenes de agua.

Ocurrencia mediática
También se excavan pozos ilegales en zonas urbanas y rurales, muchas veces en complicidad con autoridades locales, comisariados ejidales o bajo la fachada de sindicatos y cooperativas.
El agua robada se comercializa mediante pipas y camiones cisterna que circulan con logotipos específicos de agrupaciones; muchas veces la gente compra esta agua porque no tiene; en otros casos, como hacen estos delincuentes, amenazan a las distintas poblaciones para que les compren el agua.
Además de que los ciudadanos son obligados a comprar esta agua, muchas veces no tiene la pureza que se requiere. Gran parte de esta agua robada es la que se utiliza para campos agrícolas, entre otras cosas.
En muchos municipios del Estado de México (Edomex) y otros del país, se paga el agua de pipas a sobreprecios de casi el 60 por ciento respecto a la tarifa oficial. Muchas veces los consumidores son obligados a comprar únicamente a transportistas agremiados a estos grupos que controlan el mercado. En otros casos, es difícil para los consumidores saber cuáles son las pipas de agua legales y con agua pura y cuáles son las ilegales.
Según cifras oficiales, el “huachicoleo” de agua genera más de dos mil millones de pesos al año, sólo en un puñado de municipios en el Edomex. El costo de una pipa puede llegar hasta cuatro mil pesos, con rutas y tarifas controladas por sindicatos y grupos criminales.
Desde hace meses, la Fiscalía del Edomex trabaja en investigar las redes criminales del robo de agua. La semana pasada inició el operativo “Caudal”, donde han sido intervenidos más de 160 puntos y aseguraron al menos 250 pipas y transportes. En ese mismo operativo han sido intervenidos 48 municipios donde se da el robo de agua, entre ellos: Naucalpan, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl.
Van tras los que operan el negocio del huachicol de agua y tras los presidentes municipales que les dan protección a estas redes criminales.
Un dato curioso: cada vez que hay un operativo en ciertos municipios del Estado de México, se tienen ubicados a varios presidentes municipales que literalmente huyen a Guerrero mientras están las fuerzas de seguridad en su municipio. Y es que, evidentemente, muchos de los presidentes municipales están metidos o en dar protección a estos criminales o son amenazados.
Hace unos días fueron intervenidos por la Fiscalía del Estado de México 189 inmuebles utilizados para el robo de agua en la entidad.
“Los lugares intervenidos están relacionados con delitos contra el uso correcto del agua a través de la extracción clandestina, sobreexplotación de pozos y ‘ordeña’ de redes.
También fueron asegurados 322 transportes de agua, posiblemente utilizados para el acaparamiento, distribución y comercialización ilegal con tarifas abusivas. En tanto que la Fiscalía del Edomex continúa con investigaciones en contra de sujetos partícipes”, dice el comunicado de la Fiscalía estatal.
Esto con el fin de desarticular las redes que operan el negocio del robo de agua. Y es que desmantelar estas estructuras criminales no es sencillo; muchas veces las manejan, al igual que el control de los materiales de construcción, que son manejados en zonas por el crimen organizado y por supuestos “sindicatos”.
Un operativo de esta magnitud requiere del apoyo del Gobierno federal a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de la Defensa Nacional (Defensa), Secretaría de Marina (Semar), Guardia Nacional (GN), Secretaría de Seguridad estatal (SSC), Fiscalía General de Justicia del Estado de México y corporaciones policiacas municipales, con apoyo del Centro Nacional de Inteligencia, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como del Gobierno del Estado de México a través de la Comisión de Agua del Estado de México y organismos municipales de agua.
Y, nuevamente, estos criminales abusan de los que menos recursos tienen, por ejemplo, en uno de los municipios señalados, las pipas de agua se venden a un sobreprecio del 59 por ciento.
Y es que la gente necesita esa agua para bañarse, para cocinar, para sobrevivir. No pueden estar sin agua y la pagan al costo que sea.
Lo cierto es que el tema del agua ha sido catalogado como un riesgo de seguridad nacional y el propio Estado mexicano reconoce que hay escasez del vital líquido en el país.
Existen nuevas reformas legales para sancionar el robo de agua. En el Estado de México se estipula hasta nueve años de prisión por robo o venta ilegal de agua, especialmente si intervienen servidores públicos corruptos.
Por lo pronto, las autoridades están avanzando en las investigaciones y en los aseguramientos para combatir este delito que tanto daña a la sociedad.
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Los municipios que se intervinieron en este operativo contra el robo de agua son:
Acolman, Almoloya de Juárez, Amecameca, Atenco, Calimaya, Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Coacalco, Coyotepec, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Huehuetoca, Ixtapaluca, Ixtlahuaca, Jilotzingo, La Paz, Lerma, Melchor Ocampo, Metepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Ocoyoacac, Otumba, San Antonio la Isla, San Felipe del Progreso, San Martín de las Pirámides, Santa María Rayón, Soyaniquilpan, Tecámac, Tejupilco, Teoloyucan, Teotihuacán, Tepotzotlán, Texcoco, Tezoyuca, Tianguistenco, Tlalmanalco, Tlalnepantla, Toluca, Tultepec, Tultitlán, Valle de Bravo, Zinacantepec y Zumpango.

