SOBRE LA MARCHA

Generación Z: Violencia, vallas y risas

Carlos Urdiales. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón
Carlos Urdiales. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón Foto: larazondemexico

El asesinato de Carlos Manzo en Uruapan, Michoacán, reactivó indignaciones y reclamos, despertó enojos sociales anestesiados a base de ciclos democráticos efectivos, pero ineficientes.

Los jóvenes de la denominada Generación Z marcharán este fin de semana para expresar su repudio a la violencia que protege intereses criminales en Michoacán y otras muchas regiones del país.

Al Zócalo de la Ciudad de México y Palacio Nacional los esperan vallas para cuidarlos, para inhibir apetitos anarquistas de bloques violentos que miran en ciertas procesiones la oportunidad para destruir como símbolo de buenas causas con malas expresiones.

Y las vallas también protegerán edificios patrimonio cultural de México. Si la premarcha de hace una semana es premonitoria de la de este fin de semana, vallas van a sobrar.

El beso del diablo a éstas y otras simientes de manifestación colectiva para exigir a éste o a anteriores autoridades dar resultados en temas tan vitales como justicia y seguridad, proviene otra vez de la oposición política a la 4T.

Por enésima vez corren a montarse sobre una iniciativa —concedamos— de legítima inspiración, los opositores políticos a un régimen plagado de defectos y vicios, pero igual colmados de mayoría y legitimidad constitucional, los interesados en vivir y lucrar siendo oposición. Los comunes en redes y medios.

Auténticos generación Z de Michoacán, estudiantes normalistas, exigen garantías para poder vivir y desarrollarse, pero desconfían de una marcha con tufo rosa panista empresarial.

Otros desde Puebla denuncian represión de sus autoridades estatales, protestan, pero no comulgan con la gran marcha Z de este fin de semana. Algo saben.

Símbolos y pancartas de revolucionarias marchas que en el mundo han derribado dictaduras y expulsado del poder a sátrapas con todo y familias. Copiar y pegar no es suficiente para trascender. Se necesitan otras “gracias” políticas de base de las cuales una y otra vez carecen los promotores —mayorcitos de edad— que se miran al espejo convencidos —es un decir— que alguna será la buena.

De rosa por el INE, o de blanco por la reforma judicial o de chavos con Z, alguna será ese detonador imprevisto que demolerá la dictadura morenista que crece sobre cimientos de dádivas clientelares engañando a un pueblo inculto y necesitado que, si despierta y regresa a los tiempos idos… no pues tampoco.

En fin. La marcha será, las vallas estarán y la generación Z de México nada o poco se sentirá identificada con una camaleónica fachada política que da risa.

Hablando de vallas y barreras para evitar portazos a Palacio Nacional o a los edificios sede del Gobierno de la Ciudad de México, mejor que Protección Civil ordene instalar métodos más sofisticados de contención física.

Si por sismo o incendio tuviesen que desalojar edificios y oficinas de la Jefa de Gobierno, terrible entuerto enfrentaría con esas vallas eternas amarradas con alambres, cadenas y remaches que impiden salir directo hacia la calle.

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