SPLIT FINANCIERO 

Panorama crítico y complejo de Time Ceramics

Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Time Ceramics se muestra como una empresa que opera en medio de un entorno delicado, marcado por conflictos persistentes, señalamientos ambientales, disputas laborales y fracturas dentro de la propia comunidad donde se instaló.

Aunque la compañía ha intentado posicionar mensajes positivos y defender la regularidad de sus actividades, los hechos más actuales revelan que la operación en Emiliano Zapata continúa rodeada de tensiones, cuestionamientos y desgaste reputacional. Hoy, la empresa enfrenta un ambiente social polarizado que se ha intensificado con el paso de los meses. Time Ceramics sostiene que su instalación no afecta los cultivos del ejido, que no utiliza agua de los pozos destinados al riego y que su presencia no representa inconveniente para la comunidad, al menos así quedó asentado en un oficio formal del Comité Ejidal Emiliano Zapata. En ese documento, aprobado en una Asamblea con la participación de 143 ejidatarios que votaron de manera unánime a favor de la operación de la planta, se argumenta que la inversión de la empresa ha generado bienestar y prosperidad local. Sin embargo, la necesidad de emitir dicho pronunciamiento deja ver pendientes con un clima de desconfianza previo, siendo ésta una respuesta insuficiente para frenar los problemas en los que se encuentra.

La Asamblea, presidida por Ana María Hernández Aguirre, también aclaró que Gumaro Zamorano Sánchez, quien se ha presentado públicamente como representante ejidal, no es ejidatario, no forma parte del padrón del Registro Agrario Nacional y, por lo tanto, no cuenta con ninguna representación legal sobre el ejido. En el orden del día se incluyó además que su madre, Ángela Sánchez Huescas, sí figura en el padrón, pero únicamente como poseedora de un certificado de uso común, sin certificados parcelarios vigentes. Aun así, ella misma firmó el acta donde se avala la operación de la planta, lo que evidencia fracturas internas, inconformidades y una disputa de legitimidad que ha derivado en un conflicto social que rebasa a la empresa.

Pese a la resolución formal del ejido, el conflicto no terminó. Desde la instalación de Time Ceramics, Gumaro Zamorano Sánchez, transportista de la casa de materiales Sánchez en Emiliano Zapata, se ha ostentado públicamente como representante del ejido y ha realizado acusaciones que la empresa considera difamatorias, tanto en México como en el extranjero. Su activismo ha derivado en bloqueos de acceso a la planta, interrupciones operativas, campañas mediáticas y afectaciones logísticas que han provocado daños millonarios, cuya reparación la empresa adelantó que reclamará en tribunales. Aunque la empresa lo acusa de usurpar funciones y de difundir información falsa, lo cierto es que la existencia misma de este conflicto y su magnitud evidencian que la relación social alrededor de la planta está lejos de estar resuelta.

Time Ceramics dice que envió una nota aclaratoria a la Secretaría de Economía federal, asegurando que la comunidad ejidal ha sostenido reuniones desde noviembre de 2024 con la Conagua y la Semarnat, donde dicen se confirmó que no hay irregularidades en su operación. La empresa detalla que la planta trabaja con aguas residuales y que los pozos dentro de sus instalaciones permanecen clausurados hasta que la autoridad determine lo contrario. No obstante, el hecho de que la compañía deba emitir aclaraciones oficiales ante dependencias federales destaca la persistencia de dudas sobre su manejo del agua, un tema especialmente sensible en la región. Además, el Comisariado Ejidal reiteró por oficio que no existe afectación a tierras de cultivo ni excavación de pozos en sus predios, e insistió en que Zamorano Sánchez actuó de manera unilateral y sin representación legítima.

Aun con estas defensas, el impacto negativo para la empresa sigue siendo significativo. Los constantes bloqueos de transportistas, las acusaciones por manejo de agua, las disputas internas del ejido, la desinformación cruzada y las tensiones laborales han colocado a Time Ceramics bajo un escrutinio permanente. Cada pronunciamiento oficial, cada asamblea ejidal y cada aclaración ante autoridades termina convirtiéndose, irónicamente, en más problemas para esta planta.

El riesgo para Time Ceramics no es únicamente operativo o reputacional: es estructural. Las tensiones no están aisladas, sino interconectadas; las quejas sociales se mezclan con los problemas laborales, las acusaciones ambientales se empalman con disputas políticas locales, y la narrativa pública queda dividida entre defensores y detractores. Las confrontaciones internas del ejido son un indicador claro de que la empresa no ha logrado construir un consenso durable en torno a su presencia. Y aunque sus comunicados buscan demostrar regularidad y respaldo comunitario, la persistencia de actores opositores, el desgaste mediático y la reiteración de bloqueos demuestran que la percepción negativa sigue viva y que el conflicto está lejos de cerrarse. En este espacio destacamos el otorgamiento del sello “Hecho en México”, pero eso hoy no le servirá de absolutamente nada para salir adelante de todos los conflictos que hoy tiene.

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