PESOS Y CONTRAPESOS

Fuentes de ingresos (4/4)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Hay quienes dicen que los gobiernos que tienen un banco central, con el poder para producir dinero, no tienen que cobrar impuestos ni contraer deuda, porque todo su gasto lo pueden financiar con dicha producción.

¿Qué pasaría si, en el 2026, todo el presupuesto de egresos de la federación, $10.2 billones, se financiara con producción de dinero proveniente del Banco de México? Repito lo escrito en el anterior Pesos y Contrapesos. El banco tendría que imprimir billetes por esa cantidad. Tendría que depositarlos en la cuenta del gobierno. El gobierno gastaría, a lo largo del año, todo ese dinero. La demanda por bienes y servicios se incrementaría por esa cantidad, $10.2 billones y si la oferta de bienes y servicios, ya sea por producción interna y/o por importaciones, no aumentara en $10.2 billones, los mercados se ajustarían vía aumentos de precios, es decir, inflación. ¿Podrían los mercados ajustarse vía una mayor producción interna y/o más importaciones, evitándose la inflación? Hagamos cuentas.

La oferta agregada (producción interna, más importaciones, menos exportaciones), y la demanda agregada (de las familias, más empresas, más gobierno, más extranjeros), para 2025 se proyecta en $36.5 billones. Si los $10.2 billones de gasto gubernamental se financiaran con producción de dinero, la demanda agregada en 2026 aumentaría 27.95%. La oferta agregada, ya sea por producción y/o por importaciones, ¿podría aumentar en ese porcentaje, para evitar el ajuste de los mercados vía aumentos en los precios, es decir, inflación? Si la demanda agregada es mayor que la oferta agregada hay inflación. Si la demanda agregada aumenta más que la oferta agregada hay más inflación.

En México, en el siglo XXI, la oferta agregada ha crecido, en promedio anual, 4.1%. ¿Podría “dar el brinco” del 4.1% al 27.95%? Imposible. Conclusión: si todo el gasto del sector público federal se financiara con producción de dinero, proveniente del Banco de México, los mercados se ajustarían, no por la vía de una mayor oferta agregada, sino de una mayor inflación, cercana al 25%.

Lo escrito en los párrafos anteriores son especulaciones porque, dada la autonomía del Banco de México, el gobierno no puede obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste. Para ello tendría que quitársele la autonomía, para lo cual habría que modificar la Constitución. ¿Cuál es el problema? En primer lugar, que Morena y sus aliados, con la mayoría calificada en el Congreso, pueden hacerlo. En segundo lugar (no tengo pruebas, pero tampoco dudas), que el gobierno quiere quitarle la autonomía al banco central para poder recurrir a la producción de dinero como una fuente de financiamiento, si no de todo, si de una parte de su gasto. ¿Será nada más cuestión de tiempo para que se la quiten?

Por último, y por no dejar, otra fuente de ingresos para el gobierno (muy poco probable), sería la venta de Pemex y CFE, por la cual el gobierno podría recibir (promedio de varias estimaciones), más o menos 915 mil millones de pesos, el 9% del presupuesto de egresos de la federación para el 2026, fuente no recurrente de ingresos.

El poder del Banco de México para producir dinero es una tentación enorme para cualquier gobierno. El actual, ¿la resistirá?

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