PUNTO CIEGO

La SCJN y el incendio que distrae

Daniel Santos Flores. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón
Daniel Santos Flores. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón Foto: Especial

El 27 de febrero de 1933 es la fecha en que la mentira sirvió para distraer. Ese hecho histórico ocasionó un desastre de gran tamaño. En aquel tiempo, el Parlamento alemán fue incendiado y, en cuestión de unas cuantas horas, el régimen nazi señaló a un joven comunista como el responsable. La mentira se esparció como un gran complot para atacar Alemania.

Hoy se sabe que ese “complot comunista” nunca existió, la atención pública se fijó en el supuesto enemigo interno, Hitler utilizó la mentira para aprobar el Decreto del Incendio del Reichstag, con esto suspendió libertades civiles, permitiendo arrestos masivos y consolidando, sin resistencia, un poder que nunca quiso soltar.

Algo muy similar está ocurriendo hoy con el caso FEMSA y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde hace unos días, ciertos actores han intentado instalar la idea de que la Corte está violentando “la cosa juzgada”, “reviviendo asuntos cerrados” o “actuando políticamente”. Esa narrativa sólo es ruido para distraer, y lo digo porque si se revisa el expediente completo, lo que aparece es exactamente lo contrario a lo que nos quieren hacer creer.

El documento oficial es claro: los litigios de Fomento Económico Mexicano, S.A.B. de C.V. no son resoluciones reabiertas, sino Solicitudes de Ejercicio de la Facultad de Atracción (SEFA). La primera solicitud, la 757/2025 presentada por el Vigésimo Tribunal Colegiado en materia Administrativa, fue desechada el 6 de noviembre de 2025. La ley lo prevé, que, si una solicitud se desecha, no se cierra el camino, porque el artículo 5° del Acuerdo General 4/2025 permite que una parte legitimada la presente de nuevo.

Eso fue exactamente lo que ocurrió en este caso, el SAT volvió a presentar la petición, esta vez quedó registrada como 699/2025, y la ministra Lenia Batres Guadarrama la hizo suya, como parte legitimada. El 13 de noviembre, el pleno decidió atraer el caso por seis votos.

Lo que es importante resaltar para desmentir a quienes han intentado montar una cortina de humo, es que nada de esto toca el fondo del litigio. Nada de esto vulnera la “cosa juzgada”, nada de esto implica una resolución definitiva. Es, simplemente, el ejercicio normal de una facultad prevista en la ley, la misma que permite a la Corte atraer casos relevantes, como ocurrió ese mismo día, por ejemplo, con otros quince casos, aproximadamente, que se atrajeron de igual forma, ninguno por agenda política, sino por su relevancia nacional.

Los mismos distractores se repitieron con las consultas a trámite, otro procedimiento ordinario previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Dos solicitudes formales, una de una agente del Ministerio Público Federal y otra de un particular, pidieron promover recursos de revisión en amparo. El presidente de la Corte hizo lo que establece el artículo 20, fracción II, de la Ley Orgánica: admitió las consultas y turnó los expedientes para elaborar los proyectos. Nada más. No resolvió, no prejuzgó, no fijó criterio. Y, además, existe precedente. En 2018, el entonces ministro presidente Luis María Aguilar Morales admitió consultas idénticas.

Todos estos datos están en los expedientes, no son invenciones.

Las voces que acusan a la Corte de actuar políticamente saben que el mecanismo es legal, ordinario y previsto en la norma. Saben que no existe sentencia firme, que no se ha tocado el fondo, que no hay cosa juzgada. Pero esos actores necesitan hacer ruido para crear un escándalo, de esa manera la opinión pública se centre en la mentira y no en la realidad, ésa que afecta intereses multimillonarios, concesiones y criterios fiscales que impactan negativamente la hacienda pública.

Hoy en día la narrativa del “abuso judicial” es más útil que la verdad jurídica, el escándalo vende más que la realidad. Por eso, antes de caer en la desinformación, de compartir mentiras e inflar distractores, es importante recordar el caso del incendio del Reichstag, ¿qué ocasionó creer esa mentira?

Reenviado. Otro caso que atrajo la Corte por su relevancia nacional es el de la revisión del amparo que protege al exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Al igual que el caso de FEMSA, se acusa manejo político. La realidad es que, en los dos casos, para que no se haga justicia, se recurre a la mentira.

Temas: