VIÑETAS LATINOAMERICANAS

Lecciones del referéndum ecuatoriano

Rafael Rojas. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón
Rafael Rojas. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón Foto: larazondemexico

Uno de los eventos de la historia presente de América Latina tuvo lugar hace unos días en Ecuador, cuando el referéndum convocado por el presidente Daniel Noboa fue derrotado en las urnas. Algunas lecciones de ese fenómeno son válidas para pensar otras realidades nacionales de la región y confirmar, una vez más, que hay dinámicas continentales en la política latinoamericana.

La primera de las lecciones es que, en efecto, ya está perfilada una nueva derecha de tendencia autocrática en América Latina y el Caribe. Lo que proponía el partido oficial ecuatoriano era una mayoría de votantes que legitimara una reforma constitucional que concentraría el poder en la presidencia, haría avanzar la militarización y limitaría derechos civiles y políticos en aras de un reforzamiento del aparato de seguridad.

En la consulta se mezclaban iniciativas muy diversas, ligadas a la estrategia de seguridad nacional o al diseño del sistema político o electoral, como el levantamiento de la prohibición para instalar bases militares de Estados Unidos, la supresión del financiamiento público de los partidos políticos o la reducción de los representantes en la Asamblea Nacional. Sin embargo, es difícil no advertir la coincidencia de todo el proyecto con un deslizamiento autoritario del sistema político ecuatoriano.

Es interesante observar los diversos grados de negatividad en el voto del referéndum. Lo que más rechazó la ciudadanía ecuatoriana fueron aquellos puntos de la consulta que más claramente amenazaban la soberanía del país y más favorecían el incremento del poder de Noboa. Un 61 por ciento de los votantes se opuso a la convocatoria de una asamblea constituyente y más de 60 por ciento a la instalación de estaciones militares de Estados Unidos en su territorio.

En cambio, a la pregunta sobre la reducción del número de congresistas nacionales, sólo un poco más del 53 por ciento votó por el no. La reducción de una asamblea o un parlamento no necesariamente implica mayor concentración del Poder Ejecutivo, si las reglas electorales permiten la alternancia y la preservación del pluralismo político. La Asamblea Nacional de Ecuador tiene 151 miembros, mientras que el Congreso peruano tiene 130.

Mucho más elevada, de 58.06 por ciento, fue la votación contra el fin del financiamiento público de los partidos políticos. En la práctica, lo que esa enmienda constitucional proponía era la entronización plena de una oligarquía o una plutocracia, en la que el gran capital nacional y transnacional acabaría controlando los partidos políticos y, por tanto, la representación local, regional y nacional.

El referéndum ecuatoriano y sus resultados ponen en evidencia que el avance de las nuevas derechas no será fácil, a pesar del impulso que les brinda Estados Unidos y los foros reaccionarios globales. Cuando la ciudadanía tiene a la mano el buen uso de mecanismos de democracia directa, no basta que un líder aspire a ser el Bukele o el Trump de su país.

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