Siguen llegando volúmenes de novelas, cuentos, ensayos, biografías, memorias, crónicas, novelas gráficas, poemarios... Libros y más libros. Compartir los espacios de este minúsculo apartamento entre manuales que sujetan cifras de vidas y enigmas de muertes. /Por allá, la sonrisa de un autor contando sus gozos en un verano inolvidable; más acá, la rabia de una mujer forzada; al otro lado, los versos anticipados de un dolor crecido; en la mesa de la esquina, los recuerdos de un anciano entre brumas columpiadas por el tiempo. Mi amiga Mónica Maristain, periodista cultural de raza, acaba de publicar un cuaderno titulado Leeré hasta mi muerte: ella lo sabe: esa adicción es una encomienda: destino insoslayable.
Leer para que la invocación nos desnude y nos prolongue en los insondables barrancos de la memoria. “¡Ah, la gran memoria!, flotan los recuerdos como medusas transparentes en un océano de conciencia ilimitada que cruza las barreras del espacio y el tiempo. Se mueven sin cesar olas que se transforman en otras olas. Se cruzan las memorias en un vaivén: memorias de estrellas”: José Gordon / Reseño dos ejemplares recibidos.
Las hijas del cazador de osos (Seix Barral, 2024), de Anneli Jordahl (Ostersund, Suecia, 1960). Siete muchachas viven en una deteriorada granja, el bosque recóndito y enigmático colinda con el lugar. Bárbaras y desaliñadas con sus cabelleras pelirrojas producen pavor a su alrededor. Su padre, célebre cazador de osos, ha muerto y quedan bajo el cuidado de la negligente madre. Son las hermanas Leskin, quienes intentan evadirse del progresivo entorno de orfandad por la ausencia del progenitor, lo cual ha dilatado sus soledades.

Reconocimiento al Ejército
Basada en el relato clásico finés del siglo XIX: Los siete hermanos, de Aleksis Kivi, Jordahl aborda la violencia como un modo de sobrevivencia a través de un discurso narrativo inclemente de ribetes feministas que retrata la perpetua desventura entre padres, madres e hijas (asomos de cifras shakespearianas). Fábula brutal sobre la feminidad y la familia en propósito de cuestionar que sea la columna vertebral de la sociedad. “Relato feroz sobre la emancipación”, suscribe el diario sueco Aftonbladet.
La siembra de nubes (Almadía, 2025), de Claudia Apablaza (Rancagua, Chile, 1978). Novela de entereza épica (ucronía de eufemismos cordiales), donde una mujer indaga en la presencia de la certidumbre de sus quiebras existenciales entre los espectros de las nubes huérfanas que surcan el cielo de este mundo inconstante. / La protagonista Amelia, joven científica chilena, prepara un viaje de trabajo a Canadá para investigar la lluvia artificial: procedimiento técnico promisorio, pero arriesgado: “Siembra de nubes”.
Despedirse no resulta fácil: deberá decirle adiós a su pareja y a su amante; pero, sobre todo dejar en mano segura la biblioteca de su tío exiliado. Partida atascada entre la vacilación, las perplejidades y los recelos. Apablaza explora en los vínculos familiares, los enigmas de los afectos y las calamidades cotidianas en su conexión con circunstancias políticas que hacen mella en la convivencia social. Relato sobre el amor, el destierro, la memoria y un entrevisto desastre climático de aciago aroma. La ternura intenta dialogar con la esperanza y todo se desmorona sitiado por un ímpetu que borra cualquier intento de redención.

La siembra de nubes
Autora: Claudia Apablaza
Género: Novela
Editorial:
Almadía, 2025

