El jueves pasado, la Presidenta Sheinbaum convocó a Adán Augusto López en Palacio Nacional para instruirle que iniciara el proceso de solicitud de licencia para el entonces fiscal general Alejandro Gertz Manero.
Finalmente, un caso fue la gota que derramó el vaso, el del empresario Raúl Rocha Cantú, copropietario de Miss Universo, quien en octubre de 2025 había solicitado acogerse a un “criterio de oportunidad” ante la Fiscalía General de la República (FGR). Poco antes del concurso, se libró una orden de aprehensión en su contra por presuntos delitos de narcotráfico, tráfico de armas y huachicol. Días después, la FGR formalizó su incorporación como testigo colaborador, con la promesa de aportar información sobre una red criminal a cambio de protección penal. Así, Rocha Cantú evitó la detención inmediata y viajó a Tailandia para el certamen de belleza.
Se dijo que la salida del exfiscal obedecía a la filtración de expedientes selectivos; aunque algo de eso influyó, la causa de fondo fue su falta de colaboración con otras instancias de seguridad en casos relevantes.
La realidad es que el fiscal Gertz Manero, en su cargo, manejó muchos de sus asuntos personales desde esa posición de poder.
Recordemos la persecución contra su cuñada, esposa de su hermano Federico, de más de 90 años, a quien acusó de no cuidarlo adecuadamente.
Con toda la fuerza de su cargo operó para encarcelar a su hija, Alejandra Cuevas Morán.
Fue uno de los casos paradigmáticos que más dañaron su reputación, especialmente cuando se filtraron audios donde Gertz daba instrucciones a sus abogados y subalternos.
Otro caso de justicia personal fue la disputa por la Universidad de las Américas (UDLA).
En 2021, y pese a no tener facultades para ello, Juan Ramón López, subprocurador de la FGR y exapoderado legal de Gertz, reabrió una carpeta de investigación relacionada con el control de la institución.
La disputa por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) surgió cuando la familia Jenkins, histórica dueña de la universidad, fue acusada de desviar cientos de millones de dólares de su fundación hacia paraísos fiscales.
Las autoridades intervinieron el campus.
Además, Gertz mantenía, desde años atrás, un conflicto por el uso del nombre “Universidad de las Américas”, lo que generó señalamientos de conflicto de interés cuando la FGR reactivó el caso. Tras meses de tensión, un juez ordenó devolver el campus a su patronato original, aunque el litigio continúa.
Durante su gestión, cuando surgía un posible reemplazo para la FGR, misteriosamente esos personajes eran descalificados.
SE VA A “UN PAÍS AMIGO“
Así ocurrió con Santiago Nieto, mencionado en Palacio Nacional y en medios como posible sucesor de Gertz. Se dice que quienes destaparon el escándalo de su boda con Carla Humphrey, en Antigua, Guatemala, fueron allegados al fiscal.
Se sabía que el dueño del avión detenido en Guatemala por transportar efectivo lo llevaba por una razón simple: era la única forma de abastecer de turbosina la aeronave para su regreso. De una boda sencilla, se generó un escándalo que terminó sacando a Nieto del primer nivel político.
Luego surgieron otros dos nombres: Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la Presidencia, y Arturo Zaldívar, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Poco después aparecieron dos libros sobre ambos, escritos por un cercano a Gertz. La información contenida en esas obras provenía de carpetas integradas por la FGR.
Todo esto se dejó pasar, pero fue acumulando señales hasta que la Presidenta Claudia Sheinbaum decidió remover a Gertz.
Era un personaje al que nadie se atrevía a enfrentar porque abría carpetas de investigación a quien lo contrariara. Un hombre ultra poderoso que, en los últimos meses, comenzó a perder protagonismo.
Su relación con otras instancias de seguridad también estaba deteriorada, especialmente en casos relevantes que requerían coordinación con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), y con el general Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional (Defensa).
El distanciamiento con García Harfuch se remonta a 2019, cuando Gertz llegó a la FGR y buscó removerlo de la Agencia de Investigación Criminal para tener control directo del aparato investigador. Aquella ruptura fue profunda.
Harfuch pasó a trabajar con Ernestina Godoy en la Fiscalía de la CDMX, también en tareas de investigación. De ahí ascendió a secretario de Seguridad Ciudadana y se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza de Claudia Sheinbaum.
Las investigaciones solicitadas desde la oficina de García Harfuch no siempre eran atendidas por la FGR.
Hace un par de años, cuando Ernestina Godoy estaba al frente de la Fiscalía capitalina, la entrevisté y me comentó que el gabinete de seguridad se reunía todos los días para trabajar los temas de la ciudad, y que existía una excelente coordinación entre su Fiscalía y la Secretaría que encabezaba García Harfuch.
No nos equivoquemos, el exfiscal Gertz Manero no se va porque Adán Augusto López, lo haya operado así; decirlo es otorgarle una fuerza que no tiene. Adán Augusto fue llamado por la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien le pidió solicitar la carta de licencia o renuncia de Gertz, y él lo hizo como coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República.