PESOS Y CONTRAPESOS

Desconfianza empresarial

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

El Inegi mide la confianza de los empresarios de las industrias manufactureras, de la construcción, del comercio, y de los servicios privados no financieros, a partir de las repuestas que dan a estas cinco preguntas. Comparada con la de hace un año, ¿cómo considera que es la situación actual de su empresa? Comparada con la de hoy, ¿cómo considera que será la situación de su empresa dentro de un año? Comparada con la de hace un año, ¿cómo considera que es la situación actual de la economía mexicana? Comparada con la de hoy, ¿cómo considera que será la situación de la economía mexicana dentro de un año? ¿Cómo considera el momento actual para realizar inversiones directas (que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingresos)?

El índice va de 0 (total desconfianza), a 100 (confianza total). Entre 0 y 50 hay desconfianza: mayor más cerca de 0, menor más cerca de 50. Entre 50 y 100 hay confianza: menor más cerca de 50, mayor más cerca de 100.

Centro la atención en la quinta pregunta, ¿cómo considera el momento actual para realizar inversiones directas?, por todo lo que depende de las mismas: producción de bienes y servicios, con los que satisfacemos nuestras necesidades, y con la que se mide el crecimiento de la economía; creación de empleos, ya que para producir alguien debe trabajar; generación de ingresos, ya que a quien trabaja se le paga por hacerlo; producción, empleos e ingresos que son condiciones del bienestar, que es el fin de la economía.

En noviembre de 2024 la confianza de los empresarios de las industrias manufactureras, para invertir directamente en el país, fue de 43.2 puntos. En noviembre pasado fue de 35.6, sumando 150 meses consecutivos, desde mayo de 2013, por debajo de los 50 puntos, en zona de desconfianza.

En noviembre de 2024 la confianza de los empresarios de la construcción, para invertir directamente, fue de 28.1 puntos. En noviembre pasado fue de 20.2, sumando 174 meses consecutivos, desde mayo de 2011, por debajo de los 50 puntos, en zona de desconfianza.

En noviembre de 2024 la confianza de los empresarios del comercio, para invertir directamente, fue de 34.1 puntos. En noviembre pasado fue de 29.1, sumando 79 meses consecutivos, desde abril de 2019, por debajo de los 50 puntos, en zona de desconfianza.

En noviembre de 2024 la confianza de los empresarios del sector de servicios privados no financieros, para invertir directamente, fue de 31.7 puntos. En noviembre pasado fue de 33.9, sumando 22 meses consecutivos, desde enero de 2024, por debajo de los 50 puntos, en zona de desconfianza.

(El INEGI comenzó a publicar el Indicador de Confianza Empresarial en enero de 2004, incluyendo únicamente a los empresarios de las industrias manufactureras, de la construcción y del comercio. Fue hasta enero de 2019 que incluyó a los del sector de servicios privados no financieros).

Comparando noviembre de 2025 con noviembre de 2024, la desconfianza de quienes prestan servicios privados no financieros bajó 6.9%. La de los constructores aumentó 28.1%. La de los manufactureros, 17.6%. La de los comerciantes, 14.7%.

¿Cuál ha sido el efecto, sobre las inversiones directas, y sobre todo lo que de ellas depende, de la mayor desconfianza de los empresarios?

Mañana la respuesta.

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