BRÚJULA ECONÓMICA

Informe de Inflación: riesgos al alza

Arturo Vieyra<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>&nbsp;<br>
Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  Foto: larazondemexico

Uno de los documentos más relevantes para el análisis y la formulación de política económica en México es el Informe Trimestral de Inflación del Banco de México. Su importancia radica tanto en la profundidad y calidad de su análisis como en las señales que ofrece sobre la trayectoria futura de la política monetaria.

El informe correspondiente al periodo julio–septiembre de 2025 identifica una marcada debilidad en la actividad económica y revisa a la baja su previsión de crecimiento para 2025, de 0.6% a 0.3% (cifras originales). Asimismo, anticipa que la brecha del producto permanecerá en terreno negativo y proyecta una modesta generación de empleo: entre 210 y 310 mil puestos registrados en el IMSS, de los cuales cerca de 150 mil provendrían de plataformas digitales. Al excluir estas últimas, la creación neta se reduciría a un rango de 60 a 160 mil empleos.

En el ámbito externo, las condiciones financieras internacionales se relajaron ante la expectativa de recortes en la tasa de referencia de la Reserva Federal, lo que contribuyó a la apreciación del peso. Sin embargo, el banco central advierte que la incertidumbre asociada a la política comercial de Estados Unidos y los riesgos geopolíticos continúan sesgando a la baja el crecimiento y al alza la inflación en el horizonte de pronóstico.

El informe detalla que, en respuesta a la evolución reciente de la inflación, Banxico extendió su ciclo de relajamiento monetario mediante tres recortes adicionales a la tasa de referencia, situándola en 7.25%. El objetivo permanece en lograr la convergencia de la inflación general al 3% hacia el tercer trimestre de 2026. Si bien la inflación general ha mostrado una moderación apoyada por menores precios no subyacentes, el documento enfatiza la persistencia de presiones en la inflación subyacente, particularmente por el componente de mercancías.

Como se anticipaba desde el último anuncio de política monetaria, la institución revisó al alza sus proyecciones de inflación, destacando la resistencia de la inflación subyacente por encima del 4%. Aun así, mantiene su previsión de convergencia a la meta, una estimación que contrasta con la del consenso de analistas —el cual se sitúa alrededor de 4%— e incluso con revisiones recientes que apuntan a niveles superiores.

Ante esta divergencia entre el pronóstico oficial y el del mercado, Banxico atribuye la diferencia a aspectos metodológicos. No obstante, la lectura subyacente sugiere un déficit de credibilidad entre analistas y agentes económicos respecto a la capacidad del banco central para alcanzar el objetivo puntual, especialmente considerando que en contadas ocasiones históricamente se ha logrado tal nivel de cumplimiento y que los riesgos inflacionarios se han intensificado.

En este contexto, las presiones sobre la inflación subyacente asociadas a los incrementos del salario mínimo, el aumento de aranceles y cuotas compensatorias, los nuevos gravámenes incorporados en la miscelánea fiscal 2026 y la incertidumbre persistente en la relación comercial con Estados Unidos explican el mayor sesgo alcista en las expectativas del consenso.

A pesar de este entorno de riesgos inflacionarios, el informe perfila una postura que favorece la continuidad de la flexibilización monetaria, apoyada por comentarios recientes de la gobernadora y de un subgobernador. Esta inclinación se sustenta en la debilidad de la actividad económica, la estabilidad del tipo de cambio y la ausencia de presiones significativas provenientes de los precios internacionales de materias primas.

En consecuencia, es previsible que Banxico reduzca nuevamente la tasa de referencia en 25 puntos base en diciembre, antes de entrar en un periodo de pausa para evaluar la consolidación de una tendencia descendente, aunque moderada, en la inflación subyacente. Aun así, los riesgos para la inflación permanecen claramente sesgados al alza.

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