El anterior Pesos y Contrapesos lo titulé Del comercio, y terminé señalando que no siempre la actividad del comerciante ha sido rectamente valorada, habiendo quienes lo consideran un intermediario innecesario, que encarece los bienes con los que satisfacemos nuestras necesidades, lo que hacen es lo contrario, abaratarlos.
La tarea propia del comerciante es comprarle al productor original para venderle al consumidor final, y la lleva a cabo siempre y cuando el precio al que le vende al segundo sea mayor que el precio al que le compra al primero o, dicho de otra manera, siempre y cuando cubra, por lo menos, sus costos de intermediación comercial entre el productor original y el consumidor final. El comerciante hace lo que hace, como cualquier otro agente económico (ya sea productor, oferente o vendedor; ya demandante, comprador o consumidor), con la intención de obtener una ganancia. Hace lo que hace motivado por el afán de lucro, lo cual no tiene nada de malo. ¿O lo debería motivar el afán de pérdida?
¿Qué pasaría con nuestro nivel de bienestar, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponemos para satisfacer nuestras necesidades, la mayoría de los cuales tenemos que comprar, si no hubiera comerciantes? Bajaría considerablemente.

Duarte queda preso
¿Qué pasaría, con nuestra disposición de bienes, si tuviéramos que comprarlos directamente al productor original, en el lugar original de producción? ¿Dispondríamos de la misma cantidad de bienes? ¿Dispondríamos de la misma cantidad de bienes, con la misma calidad? ¿Dispondríamos de la misma cantidad de bienes, con la misma calidad, y con la misma variedad?
Lo anterior considerando solamente la producción nacional. ¿Qué pasaría si tomamos en cuenta, también, a la producción extranjera? ¿Dispondríamos de la misma cantidad de bienes importados, con la misma calidad y la misma variedad, si tuviéramos que comprárselos al productor original (chinos, coreanos del sur, taiwaneses, japoneses o vietnamitas), en el país original de producción (China, Corea del Sur, Taiwán, Japón, Vietnam)?
(En México la producción interna representa el 70% de la oferta agregada y las importaciones el 30%).
En el ámbito nacional, si no hubiera comerciantes, cada vez que alguien, en la Ciudad de México, quisiera comer pescado tendría que ir a las costas, del Pacífico o del Atlántico, para comprarlo directamente al “productor” original, en este caso el pescador. ¿Cuál sería el precio total (tomando en cuenta, desde el gasto en gasolina, hasta el pago del peaje en las casetas), de una mojarra al mojo de ajo? Mucho mayor que la más cara que pueda comprarse en algún restaurante de la Ciudad de México.
Y en el ámbito internacional (válgales el comercial), si alguien quisiera unos tenis Anta para correr, y tuviese que ir a China a comprarlos directamente al productor original, en el lugar original de producción ¿cuál sería el precio total (tomando en cuenta, desde el boleto de avión, hasta el hospedaje y las comidas), de unos tenis Anta Stinger 4.a. generación? Mucho mayor que los más caros que puedan comprarse en alguna tienda de artículos deportivos en México.
El comerciante, ¿es realmente un intermediario innecesario, del que deberíamos prescindir?
Continuará.

