SPLIT FINANCIERO

Puertos inteligentes: la apuesta de Hutchison

Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Julio Pilotzi. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

La operación portuaria en México atraviesa una transformación silenciosa pero profunda, marcada por automatización, electrificación y control digital. En ese proceso, Hutchison Ports México, que lleva Jorge Magno Lecona, se ha convertido en uno de los principales vehículos de modernización, particularmente en terminales como ICAVE, Manzanillo, Lázaro Cárdenas y el hub intermodal de Hidalgo. Más allá del volumen, el foco está en eficiencia, trazabilidad y reducción de emisiones.

Un caso emblemático es Hutchison Ports ICAVE, que este año cumple 30 años de operación en Veracruz. La terminal pasó de cuatro hectáreas en 1995 a una capacidad instalada de 1.3 millones de TEU anuales, con grúas super post-panamax, cuatro de ellas automatizadas, sistemas OCR, RFID, control en tiempo real y tractocamiones autónomos. Como parte del aniversario, ICAVE incorporó una nueva grúa eléctrica de última generación con una inversión de 226 millones de pesos y avanzó en la operación remota de grúas de muelle.

La electrificación es uno de los ejes centrales de la estrategia. Hutchison Ports TIMSA, en Manzanillo, invirtió más de 300 millones de pesos en dos grúas eléctricas móviles de sexta generación, con capacidad para atender buques super post-panamax de hasta 15,500 TEU. A esto se suma la expansión de patios externos para incrementar la capacidad en 60 mil TEU en una primera fase, con proyección de llegar a 150 mil TEU adicionales en 2026. En Lázaro Cárdenas, CK Hutchison comprometió 3,470 millones de pesos para la segunda fase de ampliación de su terminal de contenedores, incluyendo la electrificación total de grúas pórtico y de patio. La terminal cerraría 2025 con alrededor de 1.55 millones de TEU, cerca de 29% del movimiento nacional, en un puerto que se ha vuelto clave para la reconfiguración de cadenas de suministro entre Asia y América del Norte.

La innovación también se extiende fuera del muelle. Hutchison Ports TILH, su plataforma intermodal en Hidalgo, alcanzó por primera vez los 100 mil TEU operados en 2025. El proyecto conecta ferrocarril, carretera y zonas logísticas, y se alinea con la necesidad de despresurizar puertos marítimos y reducir costos logísticos en el contexto del nearshoring. En el plano ambiental, la hoja de ruta es clara: reducir 54.6% las emisiones absolutas de alcance 1 y 2 hacia 2033 y alcanzar cero emisiones netas en 2050. La combinación de grúas eléctricas, automatización, operación remota y control digital no sólo incrementa productividad, también responde a exigencias regulatorias y de clientes globales. La tecnificación portuaria dejó de ser un diferenciador; hoy es una condición para competir.

Acapulco acelera. Acapulco inició la temporada invernal con una señal clara de recuperación: más de 90% de ocupación hotelera en la Zona Dorada durante el primer fin de semana vacacional. El dato no sólo rompe con una inercia histórica en la que el flujo fuerte llegaba después del 26 de diciembre, sino que confirma que el destino empieza a capitalizar una estrategia de promoción más constante y focalizada. El turismo, liderado por el secretario Noé Peralta, volvió antes y con mayor fuerza, lo que refleja un cambio en la percepción del puerto y en la decisión de viaje de miles de visitantes. Detrás de este repunte aparece una política de conectividad que comienza a rendir frutos. La ampliación de rutas aéreas desde ciudades clave como Monterrey, Tijuana, Guadalajara, Querétaro y la Ciudad de México fortalece el acceso al destino y amplía su mercado natural. A ello se suma el trabajo para reactivar el vuelo Cancún–Acapulco y la posibilidad de conexiones internacionales vía Querétaro, incluso desde Madrid.

Voz en off. La automotriz Kia cierra el 2025 con un problema mayúsculo de seguridad y reputación: la automotriz tuvo que enfrentar un acuerdo por más de 500 millones de dólares derivado de la venta de vehículos sin sistemas antirrobo considerados básicos en la industria, una decisión que detonó robos masivos, daños a los usuarios y una fuerte presión legal y regulatoria. A este escenario se suma que varios de los modelos involucrados y otros con fallas técnicas sí se han fabricado y vendido en México, donde miles de unidades han sido llamadas a revisión por problemas en sistemas eléctricos, frenos y componentes de seguridad, afectando directamente a consumidores locales. La crisis ha puesto bajo escrutinio a la alta dirección de Kia y a sus ejecutivos globales, quienes han sido señalados por priorizar la reducción de costos sobre la protección del cliente, dejando a la marca con un cierre de año marcado por desconfianza, cuestionamientos y un golpe significativo a su imagen en mercados clave, incluido el mexicano…

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