Los economistas podemos hacer tres cosas: (i) explicar por qué sucedió lo que sucedió; (ii) prescribir lo que debe hacerse para que se logren los mejores resultados posibles; (iii) predecir lo que sucederá, tarea fallida (como lo demuestran una y otra vez las encuestas sobre expectativas económicas), por la simple razón de que somos economistas, no adivinos. Y, sin embargo, la mayoría de las preguntas que nos hacen a lo economistas tienen que ver con el futuro.
Lo escribió John Kenneth Galbraith (1908–2006), en su libro Historia de la Economía (1987): “…la economía, tal y como hoy se la teoriza, alienta una obsesiva preocupación por el futuro (…) la característica más común del futurólogo económico no es la de saber, sino la de no saber que no sabe. Su máxima ventaja es que todas sus predicciones, acertadas o inexactas, se olvidan con rapidez”.
¿Quién se acuerda hoy (diciembre de 2025), de las proyecciones de crecimiento e inflación, tipo de cambio peso-dólar y tasa de interés, de hace un año (diciembre de 2024), de (por citar un caso), la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, que mes tras mes levanta el Banco de México?
¿Qué tan acertadas fueron, para 2025, las proyecciones de crecimiento e inflación, tipo de cambio y tasa de interés, de la encuesta de diciembre de 2024? Parte de la respuesta la tenemos en las modificaciones, que tuvieron lugar mes tras mes, de las expectativas de los economistas encuestados. Si los economistas fueran capaces de predecir con exactitud el futuro, sus predicciones no variarían: si en diciembre de 2024 los economistas encuestados por el Banco de México predijeron que en 2025 la economía crecería 1.17%, esa predicción se hubiera mantenido mes tras mes, algo que no sucedió, y el crecimiento del 2025 sería 1.17%, algo que tampoco sucederá. En la encuesta de diciembre de 2024 la expectativa de crecimiento para 2025 fue 1.17%. Un año después, en la de diciembre de 2025, fue 0.37%, 0.8 puntos porcentuales menor, el 68.38%. ¡Tanto por la capacidad de predicción de los economistas!
Si los economistas fueran capaces de predecir con exactitud el futuro, sus predicciones no solo no variarían a lo largo del tiempo (algo que, como vimos en el párrafo anterior, no sucede), sino que además serían las mismas para todos los economistas (algo que, como veremos a continuación, tampoco sucede).
¿Qué quiere decir que, en diciembre de 2024, la proyección de crecimiento para 2025 haya sido 1.17%? Que el promedio de las 41 respuestas recibidas por el Banco de México fue 1.17%. De las 41 proyección la más pesimista fue 0.20% y la más optimista 2.20%, diferencia de 2.00 puntos porcentuales, el 1000.00%. ¡Tanto por la capacidad de predicción de los economistas!
Si los economistas fueran capaces de predecir con exactitud el futuro, todas las predicciones serían la misma y ninguna variaría a lo largo del tiempo, nada de lo cual sucede. Las predicciones de crecimiento para 2025, en diciembre de 2024, oscilaron entre 0.20% (la más pesimista), y 2.20% (la más optimista), una diferencia del 1000.00%. La predicción de crecimiento para 2025, en diciembre de 2024, fue 1.17%. Un año después, en diciembre de 2025, fue 0.37%, una diferencia de 68.38%.
¿Por qué traigo a colación todo lo anterior?
Continuará.