70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Por:
  • jacqueline tapia

Alguna vez todas y todos hemos hablado de los derechos humanos. Pero, ¿verdaderamente sabemos qué son? Pues hoy vale la pena tener unas líneas básicas.

Saber, por ejemplo, que estos son el conjunto de privilegios que garantizan la dignidad de todas las personas, son la base de las sociedades pacíficas y del desarrollo sustentable. Saber que son los gobiernos quienes  tienen  la responsabilidad de velar porque todos sus ciudadanos, sin distinción, gocen de las mínimas condiciones de una vida digna de ser vivida. Es decir, la Declaración Universal de los Derechos Humanos es un proyecto de humanidad, y lo que buscan es representar una visión a la que queremos llegar como seres humanos, y lo hace a través de  30 artículos que enarbolan la libertad, la justicia y la paz en el mundo.

Es por lo que frases como que los derechos humanos defienden a delincuentes, que estas garantías se deben  votar, o plantear posturas claras en contra del derecho a decidir de las  mujeres, en contra del matrimonio de las personas de la diversidad sexual, de la identidad de género y conductas discriminatorias y en menoscabo de las personas  por su discapacidad, el tono de piel y el origen, así como acciones tales como la esclavitud y la trata de personas, lo que hacen es violentar claramente el derecho al goce a una vida digna.

Lo mismo sucede al escuchar, por ejemplo, en del Congreso de Nuevo León, que quieren desde sus principios religiosos, legislar sin entender que una cosa es el derecho al libre credo y otra, imponer creencias y conductas que conllevan a dar tratos discriminatorios, violando derechos humanos. O, por ejemplo, a  postulantes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que han dictado resoluciones claramente en contra de personas con discapacidad o que nos tardamos años en reconocer que las trabajadoras del hogar tenían derechos laborales.

Ambas posturas, provenientes de la sociedad o del gobierno, ignoran que los derechos humanos son una conquista de mujeres, de hombres, de grupos sociales y de pueblos. Es no darse cuenta de que estamos frente al proyecto más importante de la humanidad.

Y es qué, ¿quién podría estar en contra de reconocer que todos los seres humanos nacemos libres e iguales?, ¿quién podría estar en contra del derecho a tener juicios justos y con un debido proceso?, o en contra del  derecho a la salud, a tener una familia, educación, o a tener una identidad, o ¿quién podría estar en contra del derecho a la libertad de expresión?

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, nos recordaba que la declaración universal es el documento más traducido en el mundo e invitaba a que nos aseguremos que las  palabras se tradujeran también en medidas concretas.

Por cierto: este fin de año denle a su trabajadora del hogar un aguinaldo digno y en efectivo, como lo quisiéramos para nosotros. Nada de blusitas o pijamas.