Para qué nos sirve la división de poderes

“La pasión de dominar es la más terrible

de todas las enfermedades del espíritu humano.”

Voltaire

Todo Estado democrático debe contar con una división de poderes, esto tiene su origen teórico desde Aristóteles, quien estableció que en todo Estado debe contener tres elementos para su buen funcionamiento. Posteriormente, John Locke desarrolló una teoría más completa estableciendo que para el buen funcionamiento de un gobierno éste debe estar dividido entre quien hace la ley y quien la aplica.

Fue hasta Montesquieu que en su famosa obra “El Espíritu de las Leyes” (1748) desarrolló la teoría tripartita de la división de poderes, integrado por el poder legislativo encargado de expedir las leyes; el poder ejecutivo responsable de la aplicación de las leyes y de la administración pública; y el poder judicial encargado de la resolución de los conflictos jurídicos.

Las ideas de Montesquieu fueron aplicadas por primera vez en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica en 1787, a partir de entonces gran parte de las naciones democraticas fueron adoptando la división de poderes como parte de su forma de gobierno, por lo que en nuestro país fue con la Constitución de 1824 donde por primera vez se establece un gobierno republicano, y con la división de poderes de la unión.

Por lo anterior tenemos que el Estado tiene un poder social y jurídicamente organizado, pero que en su ejercicio se integra por tres órganos que se dividen el trabajo del propio Estado: crear la ley, aplicar la ley y resolver los conflictos; todos deben estar perfectamente coordinados, para ello cada uno tendrá su propia forma de integrarse y de elegirse, pero siempre de forma democrática y transparente.

En nuestra Constitución actual (1917) en su título tercero, en el artículo 49 se establece lo siguiente:“El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el legislativo en un indiviudo, salvo el caso de facultades extraordinarias…”. Así, podemos deducir que el Poder Supremo de México, reside en los tres poderes y no solo en el Presidente de la República como muchos creen, y no por el hecho de que la mayoría de las personas votaron por un Presidente de la República a él le corresponde ejercer un mayor poder o sometar a los demás poderes a su voluntad.

Para el buen desempeño de la República cada poder debe ejercer sus funciones y no dejarse intimidar o controlar por otro poder, eso atentaría contra la división de poderes y contra la democracia. Sin embargo, en México hemos vivido, desde la entrada en vigor de nuestra Constitución, en un Presidencialismo casi total, cada Presidente de alguna forma a controlado total o parcialmente a los demás poderes sin permitirnos vivir una plena divisiónde poderes, por periodos el Presidente ha dejado de tener mayoría, pero en la Suprema Corte siempre ha contado con Ministros nombrados por él y afines a su mandato.

Con el cambio de gobierno nuestro país esta viviendo una nueva etapa de la República, la cual apenas inicia pero se advierte un Presidencialismo absoluto, con lo cual peligra la división de poderes y por lo tanto la democracia, ojalá rectifique pronto, por el bien de todos sus ciudadanos.