Inflación

Inflación
Por:
  • arturo-damm

Un gobierno puede quitarles a los ciudadanos de dos maneras: quitándoles dinero, cobrándoles impuestos; quitándole poder adquisitivo a su dinero, generando o permitiendo inflación.

Lo primero que hay que tener claro es que la inflación, definida como el alza general, sostenida y dispareja de los precios, medida por el comportamiento del índice de precios al consumidor, es o generada o permitida por el banco central, por lo que siempre es, como lo explicaba Milton Friedman, un fenómeno monetario, relacionado con la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, misma que es responsabilidad de quien lo produce, el banco central, en nuestro caso el Banco de México.

Con la metodología actual la inflación se comenzó a medir en México en 1969. Entre el 1 de enero de aquel año, y el 31 de diciembre pasado, la inflación acumulada en México fue 913 mil 530.36 por ciento, 1.50 por ciento en promedio mensual, 18.00 por ciento en promedio anual. Repito la cifra: 913 mil 530.36 por ciento de inflación acumulada entre 1969 y 2019. ¿Por qué?

Esta fue la inflación, promedio anual, para cada uno de los sexenios que se mencionan. Echeverría, 1971 – 1976, 12.60 por ciento. López Portillo, 1977 – 1982, 29.04 por ciento. De la Madrid, 1983 – 1988, 62.28 por ciento. Salinas de Gortari, 1989 – 1994, 14.64 por ciento. Zedillo, 1995 – 2000, 19.80 por ciento. Fox, 2001 – 2006, 4.32 por ciento. Calderón, 2007 – 2012, 4.20 por ciento. Peña Nieto, 2013 – 2018, 4.08 por ciento.

Podemos distinguir tres etapas claramente diferenciadas. La primera, de 1970 a 1988, de inflación elevada y creciente, 34.64 por ciento en promedio anual. La segunda, de 1989 a 2000, de inflación elevada y decreciente, 17.22 por ciento en promedio anual. La tercera, de 2001 a 2018, de inflación baja y decreciente, 4.20 por ciento en promedio anual, tercera etapa en la que debemos permanecer.

¿Qué es lo que explica la inflación baja y decreciente de los últimos tres sexenios? La autonomía del Banco de México, el que el gobierno no puede obligarlo a producir dinero y a dárselo para que lo gaste, como sí lo podía hacer, y lo hizo, en los sexenios de inflación elevada y creciente.

Si el gobierno obliga al banco central a producir dinero y a dárselo para que lo gaste, ese mayor gasto gubernamental incrementa la demanda por bienes y servicios, y si su oferta no aumenta al mismo paso entonces se genera inflación, tal y como sucedió en los sexenios de inflación elevada y creciente.

¿Qué se requiere, ahora que la inflación se ubica por debajo de los tres puntos porcentuales (2.83), para que se mantenga baja? Una de las condiciones necesarias es que se preserve la autonomía del Banco de México, misma que algunos miembros de la 4T no ven con bueno ojos.