¿Nos va a ir bien?

¿Nos va a ir bien?
Por:
  • arturo-damm

El pasado viernes, en la mañanera, AMLO dijo que a los mexicanos “nos va a ir bien” en materia de economía, afirmación que lanzó el mismo día que el INEGI dio a conocer los resultados del Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, correspondientes a noviembre pasado, que muestran lo mal que nos fue, en materia de actividad económica, en el 2019.

El IGAE mide mes tras mes, a diferencia del PIB que lo hace trimestralmente, el comportamiento de una de las seis actividades económicas básicas. Por un lado tenemos la producción, oferta y venta de bienes y servicios, por el otro encontramos su demanda, compra y consumo. El IGAE mide el comportamiento de la primera de las seis actividades económicas, la producción de bienes servicios, en los tres sectores de la producción: primario (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, etc.); secundario (manufactura); terciario (servicios), producción de la cual dependen la creación de empleos (para producir hay que trabajar) y la generación del ingreso (a quien trabaja se le paga), empleos e ingresos que son las dos variables que determinan qué tan bien, o qué tan mal, le va a la gente en materia de economía, lo cual se mide, al final de cuentas, por el consumo de satisfactores, para lo cual se requiere ingreso, para lo cual se necesita trabajo.

Durante los 10 primeros meses del 2018 el crecimiento promedio anual de la actividad económica, según el IGAE, fue 2.21 por ciento, resultado mediocre. A lo largo de los diez primeros meses del 2019 la actividad económica decreció, en promedio mensual, 0.21 por ciento, resultado preocupante (de los once meses considerados en ocho, el 72.72 por ciento, la actividad económica decreció).

En materia de economía nos ha ido mal (al paso del decrecimiento de la producción el desempleo ha aumentado y el consumo de las familias ha crecido menos), pero, según AMLO, “nos va a ir bien”. La primera condición que deberá cumplirse para que realmente nos vaya mejor (sobre todo al 41.9 por ciento de los mexicanos que vive en condiciones de pobreza), y que se consiga gracias al trabajo propio (generación de ingreso), no a las dádivas del gobierno (redistribución del ingreso), es que la producción de bienes y servicios, y con ella la creación de empleos y la generación de ingresos, recupere el crecimiento (primer paso) y crezca lo más posible (segundo paso). Lo segundo (que crezca lo más posible) no se ha logrado en los últimos 36 años y, de seguir como hasta ahora, no se conseguirá en los próximos, por lo menos no mientras dure la 4T y la intención de poner en práctica la economía moral de AMLO, que no es ni economía ni moral.

¿Nos va a ir bien? No con la 4T. No con la economía moral de AMLO.