Cambio climático, ¿que ya es tarde?

Cambio climático, ¿que ya es tarde?
Por:
  • bernardo-bolanos

La vida ha sido derrotada, ganó la muerte, cree Jonathan Franzen; y sugiere que aceptemos que viene el apocalipsis climático. Argumenta que en 1988 aún podíamos plantearnos prevenir las peores consecuencias del calentamiento global. Pero desde entonces aumentan las emisiones mundiales de CO2.

Y los paliativos que ofrecen las energías alternativas son rápidamente devorados por una humanidad que sigue creciendo en personas y en consumo de hidrocarburos y carne. Según Franzen, no nos impactó un meteorito ni estalló la guerra nuclear, pero la humanidad ha firmado su sentencia de muerte. A la afirmación de los científicos de que aún es teóricamente posible no rebasar el umbral de aumento de temperatura de 2ºC, responde que en términos prácticos, sí es imposible. Porque nada indica que en los próximos años ocurrirá una transición energética oportuna. Aunque los neoyorquinos hagan un gran esfuerzo, no los texanos. Concluye que quienes tenemos menos de 60 años veremos probablemente incendios, migraciones y reducción en la producción de alimentos; y a los menores de 30 les tocaría presenciar lo peor.

Supuestamente, lo que motiva a Franzen son buenas intenciones: recomendarnos disfrutar el presente, amar a nuestros seres queridos, defender la democracia, proteger ecosistemas y practicar la caridad hacia los necesitados. Si siguiéramos tratando de evitar lo inevitable, sugiere, seríamos capaces de colocar paneles solares en parques naturales y malgastaríamos lo que nos queda de existencia. Nuestros recursos no son infinitos e infiere el ganador del National Book Award, no debemos dedicarlos completamente a tratar de mitigar el cambio climático, pues ya no se puede.

Ante ese derrotismo hay varias cosas por decir. Franzen es un buen ensayista, pero no es científico. Aunque sería muy grave rebasar el umbral de 2ºC, el apocalipsis no sería tan seguro como si alcanzamos un aumento de 4º o 6ºC. No es lo mismo jugar a la ruleta rusa con una bala que con el cargador lleno, como dice el doctor Mario Molina. Aquel intervalo no es trivial y cada acción que nos aleje del extremo más caliente aumenta nuestra probabilidad de sobrevivir como humanidad. Cada sacrificio, por las generaciones futuras, cuenta.

Por otro lado, ¿realmente hemos hecho un gran esfuerzo? Mucha gente ni siquiera sabe qué y cuáles son los gases de efecto invernadero, ni cuánto cuesta un auto híbrido, ni ha probado la comida vegana para ver si puede disminuir su consumo de carne.

No, sr. Frazer, no nos demos por vencidos sin antes luchar. Antes prohibamos —sí, prohibamos— camionetas megacontaminantes y vuelos fácilmente sustituibles por trenes; pongamos un impuesto al consumo de carne de res. Vayamos el viernes 20 de septiembre a la enorme manifestación de adolescentes del Ángel al Zócalo, a las 2 pm ¡Hay tanto por hacer aún! Greta Thunberg coincide en que nuestro deber es hacer lo imposible. Pero, por favor, no nos pidan tolerancia... es indispensable la intolerancia contra los que casi destruyeron el futuro.