Arturo Vieyra

En la espiral de mayor inflación, mayor tasa de interés

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Vieyra
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Pareciera una historia sin fin, un círculo pernicioso que no se le ve salida: sube la inflación se incrementan las expectativas de inflación y los bancos centrales suben las tasas de interés y las expectativas de crecimiento se ajustan a la baja.

Desafortunadamente, no hay claridad en la duración de esta dinámica, durante varios meses, con cada dato de inflación el consenso de analistas ha venido incrementando el pronóstico de inflación; ahora las expectativas no sólo se incrementan con los nuevos datos, también se impulsan cada vez que Banxico, desde hace varios meses revisa su propio pronóstico de inflación posicionándose por arriba del consenso. En efecto, la inflación no cede en México y el mundo, actualmente en nuestro país el incremento es cercano al 8.8%, en Estados Unidos alcanza 8.3% y en Canadá 7.3%.

Hoy, una vez más, las conclusiones de los analistas apuntan a que durante septiembre se ha llegado al pico de la inflación en Estados Unidos y posiblemente en México. Tal supuesto se apoya en que finalmente las mayores tasas de interés comienzan a frenar el crecimiento económico y la consiguiente baja en el precio internacional de las materias primas, a una continua restauración de las cadenas de distribución, la disminución en el costo de los fletes. Sin embargo, no hay garantía de ello, cualquier evento negativo en la geopolítica actual puede implicar un deterioro de las expectativas inflacionarias.

La respuesta de los bancos centrales para enfrentar la inflación ha sido contundente subiendo las tasas de interés de forma progresiva y cada vez con incrementos más acentuados. En México la tasa de referencia viene incrementándose en paralelo con la de Estados Unidos, Banxico la ha llevado hasta 9.25% y es posible que siga incrementándose a finales del año hasta por arriba del 10%, un nivel no visto en décadas.

Esta dinámica de avance esperado en la tasa de interés representa muchos riesgos para la economía mexicana. Si bien, el efecto de la mayor tasa de interés sobre el crecimiento es menor en nuestro país respecto a otras economías (debido a la baja profundidad del crédito bancario entre la población) sí afecta las decisiones de consumo de una gran parte de la población y, por tanto, frena el crecimiento económico. Asimismo, los efectos sobre las finanzas públicas son de consideración pues implica un mayor pago de interés de la deuda pública tanto interna como externa.

Principalmente, al ser el incremento en los precios de los alimentos la principal causa de la inflación en México, la consecuencia más negativa de la espiral de más inflación y tasa de interés es el deterioro de las condiciones de vida de la población más vulnerable. El encarecimiento de los bienes básicos y la posibilidad, mucho menor, de acceder a bienes de consumo duradero son signos preocupantes que reflejan menor bienestar entre la población.

En consecuencia, y ya sin lugar a duda, la lucha contra la inflación nos conduce a una situación de recesión o de muy pobre crecimiento en el 2023. Salir de la espiral de tasas-inflación tendrá un costo alto.