La terna para la Corte

ANTROPOCENO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Se puso bueno el debate sobre la terna para la Corte entre mis amigos abogados. Incluso los oficialistas coincidieron en que la propuesta es una provocación. Recurriendo a una metáfora de Silva-Herzog Jr, es como si renunciara un árbitro de futbol (digamos de apellido Zaldívar) para sumarse a una de las porras y, encima, al elegir al nuevo silbante se propone sacarlo de una terna de jugadores (del mismo equipo de la porra). Portero, defensa o delantero, elíjale, para nuevo árbitro y continuar el juego.

Pero, aunque la oposición podría rechazar la terna, el Presidente enviaría una segunda, casi igual, y luego designaría sólo a la nueva ministra en caso de rechazo. Por ello, nuestra charla se encendió con la pregunta: ¿entonces cuál de ellas?

Están María Estela Ríos, consejera jurídica de Presidencia; Bertha Alcalde Luján, egresada de la UNAM, maestra por la Universidad de Nueva York y hermana de la secretaria de Gobernación. Y, finalmente, Lenia Batres Guadarrama, egresada de la Universidad Humanitas, doctora en Estudios de la Ciudad por la UACM, hermana del jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

A esta última se le objeta su falta de experiencia en el litigio y el hecho de que era estudiante de la UNAM, pero se tituló finalmente en otra institución. Quien esto escribe fue derrotado por Lenia en la interna del PRD para la diputación federal “joven” (1997-2000). Naturalmente, esa temprana responsabilidad legislativa pudo afectar la continuidad de sus estudios, pero ¿no es su experiencia como legisladora un acierto? ¿Para ser jueza constitucional sólo cuenta el haber hecho carrera judicial? En Francia, ni siquiera se requiere ser abogado para ser miembro del Consejo Constitucional.

Bertha Alcalde Luján trabajó ocho años (del 2007 al 2015) en torno a la reforma del sistema de justicia penal. En un principio, ese hecho me hizo desconfiar. Porque en los congresos en ciencias sociales comienza a medirse el impacto de las reformas garantistas en América Latina, en el aumento de los índices de criminalidad.

En Argentina, Milei y Massa coincidían, durante el debate presidencial, en criticar el legado del juez Zaffaroni en el aumento de la violencia. Fue por este tema que los amigos abogados nos agarramos del chongo. Para el cerebro de algunos juristas progres, ampliar los derechos de los acusados nunca es causa del aumento de los delitos (la causa es siempre la insuficiente prevención, educación y formación de los fiscales).

Algo semejante les ocurre a los dueños de perros american bully talla XL en Inglaterra; esa raza y tamaño es responsable de la mitad de las muertes por ataque de can y recién fueron prohibidos, pero sus defensores se quejan: “¡Qué injusticia! No hay perros agresivos, sino amos que los educan mal”.

En todo caso, Bertha Alcalde no parece ser así. No es hipergarantista. Leí un tuit suyo que explica que la denuncia de un delito es un trámite burocrático que condiciona la apertura de la investigación y la impartición de justicia, lo que abre la puerta a la impunidad. El comentario es polémico (sin denuncias se facilita la persecución política), pero valiente (el crimen nos está rebasando).