Asesinos a sueldo

BAJO SOSPECHA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

“Es un caso especial”, aseguró la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, sobre el caso del atentado contra el empresario restaurantero Eduardo Beaven Magaña, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Atentado en la CDMX

así quedó el auto en el que viajaba un empresario restaurantero al ser interceptado por sujetos armados en inmediaciones del Aeropuerto capitalino, el pasado viernes.
así quedó el auto en el que viajaba un empresario restaurantero al ser interceptado por sujetos armados en inmediaciones del Aeropuerto capitalino, el pasado viernes.Foto: Cuartoscuro

La mandataria asegura que este caso no tuvo que ver con robo o extorsión, y que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad está investigando.

Mientras se hace esta investigación, hay datos duros que ya han sido revelados. Los agresores llevaban casi un mes siguiendo al empresario; cuando fueron detenidos se les decomisaron celulares que seguían las rutas de Beaven Magaña, sabían cuáles eran los lugares que frecuentaba y lo seguían por GPS.

los detenidos está Geovany M, alias El Alemán, jefe de sicarios de una célula de La Unión Tepito.

La banda, por este asesinato que no se logró, cobró más de dos millones de pesos.

Los jóvenes sicarios que dispararon contra el empresario, uno de ellos Donovan, que apenas tenía 17 años y quien perdió la vida cuando los escoltas de Beaven repelieron la agresión, hubiera recibido 2 mil pesos.

¡Eso es lo que cobran estos sicarios desechables para el crimen organizado, dos mil pesos! Eso es lo que vale la vida en este país.

Por eso son tan peligrosas estas bandas de narcotráfico que operan en la Ciudad de México, porque, además, tienen armado un grupo importante de sicarios que trabajan para ellos y que son literalmente, como el caso de Donovan, desechables y abandonados, como le sucedió a este joven.

Miembros de estas bandas son contratados como asesinos a sueldo y matan así, como intentaron asesinar al empresario restaurantero.

Lo rescatable de esta historia es que en la Ciudad de México sí se han dado golpes fuertes contra estos criminales, y se está trabajando en desmantelar estas redes criminales.

Parte de los atacantes de este empresario fueron ya detenidos.

En menos de 24 horas, los reportes de inteligencia llevaron a las autoriades capitalinas a realizar tres cateos en domicilios en las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc e Iztacalco. El resultado fue cuatro personas detenidas, dos hombres y dos mujeres.

“En los tres inmuebles se localizaron fotografías de una de las víctimas que resultaron lesionadas en la agresión ocurrida en el AICM el pasado 15 de octubre”, apuntó la Fiscalía de la Ciudad de México.

El primer cateo se llevó a cabo en la colonia Xoco, de la alcaldía Benito Juárez, donde se detuvo a un hombre de 30 años con cerca de 101 envoltorios con un polvo blanco, presumiblemente cocaína, y una bolsa de plástico con una hierba verde, detalló la institución.

Es Geovanny "N" o Yannick "N", alias El Alemán, presunto líder de una célula criminal violenta, a quien detuvieron este sábado durante tres cateos realizados.

Está relacionado con el ataque en contra del empresario Eduardo Beaven, ocurrido a unos metros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

En el segundo domicilio cateado, ubicado en la colonia Exhipódromo de Peralvillo, se aseguraron cerca de 180 bolsas con un polvo blanco y una báscula. El tercer inmueble está en la alcaldía Iztacalco.

Los demás detenidos fueron identificados como Rogelio "N", El Memín, de 22 años, presunto jefe de sicarios; Lesli "N"; Lu, de 21 años, y María del Carmen "N", de 27 años.

Los reportes apuntan que los cuatro son parte de una célula de La Unión Tepito.

Están relacionados con la venta de vehículos por redes sociales, extorsiones y secuestros.

La Unión Tepito ha sido mermada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina. Se ha hecho un trabajo de inteligencia y cambios estratégicos y se ha estado combatiendo a estos grupos, que es muy difícil, porque se agarra a las cabecillas y surgen nuevas. Pero si no se estuvieran dando estos golpes a la delincuencia con el éxito logrado, la violencia en la Ciudad de México ya estaría desbordada.

El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, nos platicó de estos avances en el programa Todo Personal, transmitido el 12 de octubre pasado.

Explicó que actualmente la policía no sólo es preventiva, sino que tiene la oportunidad de investigar, “una facultad otorgada con la nueva ley”, a partir de marzo de 2020, lo que, indica, ha ayudado a disminuir los índices delictivos.

Detalló que una policía tan fuerte, tan grande como es la capitalina, era desde su creación 100 por ciento preventiva, y “si bien hoy sigue siendo una policía preventiva, también tenemos ya la facultad de indagar, de dar seguimiento a los casos y no delegarlos a otras áreas”.

Dijo que han reducido en los últimos dos años los homicidios dolosos gracias a las acciones que incluyeron, en junio pasado, una serie de operaciones para desarticular ciertas células delictivas que estaban en una pugna importante y que generaban mucha violencia en la Ciudad de México, específicamente La Unión Tepito, la Anti-Unión y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Estos grupos ya no operan, como lo hicieron durante muchos años, generando violencia y elevando los homicidios dolosos de 2016 a principios de 2019. Sus principales acciones eran: extorsiones, secuestros, ajuste de cuentas y cobro de piso a comerciantes y empresarios.

La percepción sobre la inseguridad en la capital del país se ubicaba en 89.2% en 2018. Tres años después se ha reducido un poco esta percepción a niveles de 85.3 por ciento.

No obstante, García Harfuch reconoce que aún falta por hacer. Indica que “la ciudadanía merece una policía que opere, una policía que dé resultados, y eso es a lo que nosotros estamos comprometidos y queremos que la gente lo sepa, que tiene una policía que todos los días está trabajando”.

García Harfuch asegura que hay que castigar a quienes cometen los delitos y evitar la impunidad. Y sólo así, estos sicarios lo pensaran dos veces si matan así de fácil, pensando en que les sale barato.