Bibiana Belsasso

Todos se echan la culpa del fentanilo

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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¿Quiénes son los responsables de que haya tanto fentanilo? Para Estados Unidos, México es responsable de las más de 200 personas fallecidas por esta droga que en su mayoría es fabricada por narcotraficantes mexicanos.

Desde hace un par de meses, el tráfico de fentanilo, por parte de cárteles mexicanos, ha sido uno de los temas que acapara la agenda de los republicanos estadounidenses más radicales y de la Agencia Antidrogas estadounidense, la DEA.

La confrontación con México es encabezada, entre otros, por el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien busca una intervención militar del gobierno de Joe Biden en territorio mexicano para combatir a los cárteles a través de una legislación en la que se consideren como organizaciones terroristas a los grupos del narcotráfico.

Esto provocó la respuesta inmediata del gobierno de nuestro país. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, acusó al senador Graham de mentir sobre el tráfico de fentanilo y la venta de armas en EU. Aclaró que México no creó el problema de salud que padece la Unión Americana.

Y mientras Estados Unidos y China enfrentan una guerra industrial y comercial que ha sido un conflicto fuerte entre ambos países, hace unos días el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que envió una carta a su homólogo chino, Xi JinPing, para solicitarle su ayuda a fin de “controlar” el envío a México de precursores químicos con los que se fabrica fentanilo ilegal.

El Presidente López Obrador dijo que en la carta solicita al mandatario de China que comparta con México información relacionada con los envíos de fentanilo a México. Detalló que no sólo se trataba de una petición de su Gobierno, también de legisladores estadounidenses.

La carta dice: “Acudimos a usted presidente Xi Jinping para solicitarle que, por razones humanitarias, nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país”.

Agrega: “Sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia”.

La respuesta a esta carta llegó desde China, la contestó una funcionaria considerada de tercer nivel en una conferencia de prensa, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning. A pregunta de un reportero, ella negó que exista tráfico ilegal de fentanilo entre China y México. Y que su país no ha sido notificado por el Gobierno mexicano sobre alguna incautación de esa droga procedente de su país.

La funcionaria finalizó diciendo que “Estados Unidos debe afrontar sus propios problemas y tomar medidas más sustantivas para reforzar la regulación dentro de sus fronteras y reducir la demanda”.

Estados Unidos no se quedó callado y aseguró que China sí es responsable, pues mafias asiáticas envían los precursores químicos a los cárteles mexicanos. Pero también es una realidad que esos precursores llegan a México y el fentanilo es fabricado mayormente por cárteles de la droga, principalmente el Cártel de Sinaloa, pero también por el Jalisco Nueva Generación.

Recientemente, Todd Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, asegura de que la creciente demanda de opioides sintéticos, como el fentanilo, debe ser atajada a una gran velocidad tanto en México como en Estados Unidos.

Robinson asegura que su país se encuentra cambiando el enfoque con el que aborda el tráfico de drogas: De ser percibido como una guerra a convertirse en un asunto de salud pública. Asegura: “La demanda no deja crecer, pero tampoco el tráfico desde la frontera entre México y Estados Unidos.”

Sin acciones, la crisis se agravaría

En febrero pasado, la Sedena aseguró un centro de manufactura de pastillas de fentanilo en Culiacán, Sinaloa.
En febrero pasado, la Sedena aseguró un centro de manufactura de pastillas de fentanilo en Culiacán, Sinaloa.Foto: Cuartoscuro

“El fentanilo concentrado es mucho más peligroso que la cocaína o la heroína. Es más fácil de transportar en paquetes más pequeños, por lo que su cruce en la frontera es mucho más fácil”, advierte.

Hace un par de meses, el canciller Ebrard me dijo en entrevista que Estados Unidos también tiene responsabilidad en la producción de fentanilo: “Con todo respeto, la pandemia del fentanilo la crearon ellos y tú podías comprar fentanilo, que se desarrolla en 1959, lo sintetizó un genio belga que se apellidaba Janssen”.

“¿Para qué hizo el fentanilo? Para operaciones, la obsesión de Janssen era el manejo del dolor, y lo diseñó para operaciones muy complejas de 7 u 8 horas, lo que llamamos sueño profundo, por ejemplo. Para una operación a corazón abierto necesitas usar fentanilo, fue un gran cambio, se usó desde los años 60 y hasta fines de los 90. En esa época, una empresa farmacéutica de Estados Unidos que se llama Purdue, pide permiso federal con un estudio falso que dice que el fentanilo no es adictivo”.

El canciller dice que, de acuerdo con cifras oficiales del gobierno norteamericano, el 86.3% de las personas que están en prisión por tráfico de fentanilo son de origen estadounidense. Y es que todos tienen que ver con la tragedia del fentanilo que estamos viviendo. Hoy, los narcotraficantes, para generar una mayor adicción, mezclan el fentanilo con otras drogas y hace pasar esas pastillas como si fueran oxicodona, percocet o Xanax.

Aquí no se vale echarse la culpa los unos a los otros, todos tiene su parte. Los precursores llegan de China, pero no sólo a México sino también a Canadá, donde también se han asentado grupos importantes del narcotráfico, muchos mexicanos, que trabajan desde allá con socios canadienses. Porque, además, la frontera entre Canadá y Estados Unidos es mucho más fácil de cruzar. La droga se hace principalmente en México o por cárteles mexicanos, y EU tiene un problema gravísimo de salud pública por el consumo de fentanilo.

Canadá también tiene muchos adictos y, muy probablemente, y en menos tiempo del esperado, en México también tendremos un problema de consumidores. Si las autoridades no hacen algo que funcione, la crisis del fentanilo ilegal será cada día más grave. Un ejemplo, las ganancias del fentanilo farmacéutico, que se utiliza para anestesias, es muy barato y seguro porque pasa por todas las pruebas y verificaciones, sin embargo el fentanilo ilegal, el que hacen los narcotraficantes en cocinas, deja unas ganancias enormes al narcotráfico.

Según la DEA, producir una pastilla de fentanilo cuesta un dólar; en EU se vende a 10 dólares o más, con 10 mil pastillas traficadas las ganancias superan cualquier otra droga que hayan traficado.

El fentanilo ilegal es una droga 50 veces más potente que la morfina y 100 más que la heroína, y mezclada con otras drogas como el cristal o la cocaína, se vuelve altamente mortal. En Estados Unidos esta droga está matando más de 100 mil personas al año. En México aún no hay estadísticas confiables, pero el uso del fentanilo va en aumento.

Y mientras tanto, todos se echan la culpa, cuando se debe de hacer un verdadero combate al fentanilo ilegal.