La verdadera historia del caso Paulette

BAJO SOSPECHA

BIBIANA BELSASSO
BIBIANA BELSASSO
Por:
  • Bibiana Belsasso

Parte 2

El 31 de marzo de 2010, luego de nueve días de incertidumbre, apareció el cuerpo de la niña Paulette. La necropsia reveló que la asfixia que le causó la muerte fue provocada por la posición en la que se encontró el cuerpo. Con el dictamen del Instituto de Servicios Periciales del Edomex, la investigación dio otro giro. El fiscal mexiquense, Alberto Bazbaz, aseguró que se estaba ante un caso de homicidio con una indiciada: Lizette Farah.

El dictamen de 3 páginas señalaba que el cadáver no presentó evidencia de ataque sexual, ni de violencia, pero que sí tenía en la mejilla “cinta ortopédica” en forma rectangular. Después se informó que esta cinta estaba allí porque la pequeña la necesitaba para cerrar la boca, ya que por su discapacidad no lo podía hacer por sí misma cuando dormía.

Las contradicciones aparecían una vez más. Una de las nanas afirmó que esa cinta sólo se le aplicaba los jueves después de su terapia. Incluso se llegó a decir que no se podía determinar la fecha de la muerte, dando un margen de ocho días para ella, del 21 al 29 de marzo, cuando resultaba evidente que esa fecha se puede establecer con mucha precisión. Tardaron más de un mes en precisarla. E incluso así, la fecha establecida: la noche del 21 al 22 de marzo, no genera credibilidad alguna.

La pregunta es ¿por qué tardaron tanto tiempo en encontrar el cuerpo? El lugar había sido revisado por perros, se ofrecieron entrevistas y durmieron la hermana de Lizette con su marido y una amiga de ella, Amanda de la Rosa (ahora examiga, luego de que escribió un libro con su versión de la historia). Nadie vio nada.

Las nanas Erika y Marta Casimiro aseguran que ellas personalmente tendieron la cama de la menor dos días antes de que se encontrara el cuerpo. No puede haber tantos errores en un caso que tendría que ser hasta sencillo de resolver: una niña desaparece en su propio cuarto; existe constancia de que no salió del edificio porque así lo atestiguaron las cámaras de seguridad. Los investigadores siempre dijeron que fue una desaparición interna.

Finalmente, el 21 de mayo, Alberto Bazbaz dio a conocer el informe que tenía preparado desde semanas atrás, en donde decía que la muerte de Paulette Gebara Farah fue un accidente y que el cuerpo de la menor siempre había estado allí. La investigación en la que se supone que trabajaron los mejores peritos del país, quedó en el descrédito absoluto porque no se sustenta con hechos.

Según los investigadores, en la madrugada del día 22 de marzo Paulette habría tenido necesidad de orinar. Intentó bajarse de la cama para ir al baño y en el pequeño espacio de 15 centímetros que separaban el colchón de la cama del barandal, quedó inmovilizada por las colchas y sábanas. No se pudo zafar y allí quedó atrapada y murió. Según este peritaje quedó un rastro de saliva y orina sobre las sábanas que confirmaría ese movimiento. Pero no explica cómo pudo haber quedado no sólo en ese espacio, sino debajo de un colchón. La diferencia entre el hueco donde supuestamente estuvo Paulette y el diámetro de su cabeza es de apenas cuatro milímetros. ¿Cómo pudo haberse deslizado con todo y mantas alrededor del cuerpo? No se responde la pregunta de cómo levantó el colchón y éste se volvió a colocar en su lugar.

También dicen que los restos de comida que se encontraron en el cuerpo corresponden a la hamburguesa que cenó horas antes de llegar a su casa. Según el estudio, murió porque, por lo pequeño del espacio, su pecho no se pudo expandir, le faltó la respiración poco a poco hasta que falleció. Y según el mismo peritaje, todo el tiempo el cuerpo estuvo allí. No parece posible. Entre otras razones por el olor. Dice el peritaje que el cuerpo no despidió olor.

Paulette fue encontrada según la versión oficial, porque un perito, Jorge Rojas González, percibió olor a humedad en el cuarto. Casualmente el momento está grabado en video. Se asegura que la niña murió tres o cuatro horas después de que la acostaron. Si es así: ¿cómo no tuvo una descomposición evidente?

Incluso suponiendo que haya muerto la noche del 21 o la madrugada del 22 de marzo, ¿cómo se puede asegurar que no fue colocada allí?, ¿por qué vimos la misma cobija que la cubría cuando se encontró el cuerpo en una entrevista previa de televisión sobre su propia cama?, ¿es verdad, como se dijo, que su hermana tenía una cobija igual? Si es así ¿por qué estaba en el cuarto de Paulette?

No se aclaró nada. Se dio un informe que no es en absoluto transparente; se declara a todos inocentes, pero no aclara las relaciones e influencias políticas en el caso, incluyendo la presión del procurador y del padre y su familia de responsabilizar por el “asesinato” a la madre de Paulette. Por cierto, el padre, Mauricio Gebara, fue el primero en aceptar públicamente el peritaje de las autoridades.

A 10 años, más dudas que respuestas...

El 6 de abril de 2010 se realizó el entierro en el Panteón Francés.
El 6 de abril de 2010 se realizó el entierro en el Panteón Francés.Foto: Cuartoscuro

El informe ya había sido filtrado con anterioridad. Se difundió entre el secuestro de Diego Fernández, una gira presidencial a Washington y el misterioso “asalto” al general Acosta Chaparro. Bazbaz no aceptó preguntas sobre el contenido, y días después renunció. En su lugar fue designado Alfredo Castillo… el mismo hombre que encabezó la investigación.

Pero hay otros dictámenes. Se dijo que la PGR tenía uno que entregó a las procuradurías mexiquense y del DF, según el cual todo indicaba que la niña murió poco antes de ser encontrada y que el cuerpo fue sembrado. Los estudios forenses sostienen que al localizar el cuerpo, no estaba rígido y apenas comenzaba a tener lividez, y tampoco estaba en avanzado estado de descomposición y la sangre con la que estaba manchada la mano no parecía coagulada. Cuando existe compresión torácica, al mover el cuerpo los pulmones expulsan sangre. Dicen los expertos que lo que sucedió es que pese a las condiciones en las que fue encontrada, y a pesar de sus problemas motrices, Paulette pudo sobrevivir varias horas antes de ser encontrada. Además, estos estudios demostrarían que la niña murió en el lugar y nunca, ya muerta, fue movida de ese sitio.

Según esas fuentes, a la niña la tuvieron que introducir en su recámara, en el lugar en el que fue hallada, durante los días en que la casa estuvo cerrada, o sea del 27 al 30 de marzo. Pudo haber sido por la puerta de servicio, que fue sellada al concluir la diligencia, o por el elevador de servicio, que conduce al departamento de la familia y que no estaba cerrado.

Cabe la posibilidad de que días antes o cuando realizaban alguna diligencia y la casa estaba ya asegurada, pudieron haber metido en esa recámara a Paulette con vida y la dejaron entre el colchón y el cajón para que la encontraran con vida. Pero algo falló, porque en esos dos días nadie acudió al departamento. Y cuando fueron a hacer la revisión, Paulette ya había muerto. Por cierto, los investigadores, mientras el departamento estaba cerrado y los padres y las nanas arraigados, le pidieron primero a la hermana de Lizette, de nombre Arlette, y a la madre de ambas que fueran a recoger unas cosas. Ninguna de las dos quiso entrar sin testigos. Ahora ellas piensan que las querían convertir en sospechosas, porque horas después se descubrió el cuerpo.

Agentes del FBI también estuvieron en el departamento para apoyar, se dijo, a las investigaciones. La pregunta es qué podrían hallar después de todo el manoseo que hubo.

La historia alterna podría ser la siguiente: cuando llegaron los peritos y agentes ministeriales, constataron que Paulette no estaba. La casa fue revisada minuciosamente. En siete ocasiones el cuarto fue revisado por perros adiestrados, además afirman que la cama se volteó cuando requirieron la sábana de la niña para seguir su rastro. Obviamente en ese momento allí no se encontraba el cuerpo. Otro dato fundamental y que fue omitido en la necropsia oficial, que se presentó en los medios de comunicación, es que en los pulmones de la niña había pequeñas fibras de un material común en las alfombras de un carro o casa, y que éstas no coincidían con las fibras de ninguna alfombra de la casa o material de la cama de la niña. Luego dijeron que eran de la colcha en la que se enredó Paulette.

Nunca se investigó el apagón de casi tres horas que inhabilitó las cámaras de seguridad en el edificio, que ocurrió exactamente antes de encontrar el cuerpo. Tampoco se explicó por qué para la Procuraduría fue siempre la madre de Paulette la principal sospechosa, cuando la única persona que salió del departamento la mañana en que desapareció la niña fue su padre, quien fue al gimnasio de 6:00 a 8:00 am. Lo extraño es que nunca iba al gimnasio.

Según una de las nanas, escuchó al señor Gebara decirle a un hermano que la niña se encontraba bien y que tenía hasta una enfermera que la cuidaba. Y aunque en un principio nunca se dudó del padre, también estuvo en carácter de indiciado, no obstante que sostenga que él mismo solicitó esta figura jurídica para tener acceso al expediente.

Mañana la tercera parte de esta entrega. El entramado político en el Caso Paulette.