México y la defensa de ataques terroristas

El ataque terrorista del grupo extremista Hamas a Israel, a donde llegaron por cielo, mar y tierra para sembrar pánico en la sociedad civil, donde entraron terroristas a secuestrar a familias enteras, desde personas de la tercera edad hasta bebés de meses que fueron tomados como rehenes, donde hemos visto imágenes desgarradoras, entre ellas las de mujeres semidesnudas ensangrentadas, arrastradas hacia los territorios donde opera este grupo extremista, ha sido increíblemente justificado por algunos personajes políticos en México.

Una de esas voces ha sido la del historiador Pedro Salmerón Sanginés, quien no ha condenado el ataque terrorista como el que se vivió este fin de semana en Israel, porque considera que ese país es, como lo ha citado, “un ocupador cruel y brutal” que “ha forzado” a los palestinos a vivir en la miseria y sin esperanza. “Israel ha endurecido a quienes, sometidos a su poder, haciéndolos más decididos a ponerle fin a su ocupación, incluso mediante la violencia, y vivir una vida de dignidad y libertad”.

El conflicto por la ocupación de territorios lleva años. La mayoría de los palestinos son víctimas que han quedado atrapadas en esa Franja de Gaza, pero ese territorio es controlado por uno de los grupos terroristas más sanguinarios que existen en el mundo, Hamas.

Israel ha respondido la agresión de los ataques de este grupo terrorista, a donde está el centro de operaciones de Hamas, que no representa a los palestinos, tampoco a la Autoridad Nacional Palestina, aunque ellos serán de los más afectados en toda esta historia.

No condenar un ataque terrorista y guardar silencio es justificarlo. Como se han justificado otros ataques aquí en México de grupos guerrilleros que han buscado también sembrar terror.  

El mismo Salmerón fue quien dijo:

“Muchos jóvenes que veían canceladas las posibilidades de participación y formación pacífica de un sistema político vertical y autoritario buscaron cambiar las cosas por la vía violenta. De modo que cuando un comando de valientes jóvenes de la Liga 23 de Septiembre, intentó raptarlo, se desató una balacera en la que perdieron la vida don Eugenio y sus escoltas, y dos de los guerrilleros”.

Esta declaración le costó a Salmerón el cargo de director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de Revoluciones Modernas, pero no sus nuevos cargos en el Gobierno, incluso se trató de hacerlo embajador.

La realidad es que don Eugenio Garza Sada iba solo con su chofer, cuando este grupo de jóvenes lo intentaron secuestrar y lo mataron. Matar a alguien cuando se le intenta secuestrar, ¿qué tiene de valiente?

En México hay un grupo de personas, algunos afines a la 4T, que justifican actos terroristas.

Defender lo indefendible

Se puede leer en los libros de texto gratuitos de la SEP cómo se justifica a la Liga Comunista 23 de Septiembre que cometió múltiples secuestros y asesinatos en la década de los 70.

Por ejemplo, en el texto “Soñaron con asaltar el cielo”, incluido en el “Libro para el maestro sin recetas, Fase 6”, para secundaria, la SEP califica deliberadamente el asesinato del empresario mexicano Eugenio Garza Sada como una “retención” y “perdió la vida”, no hablan de lo que realmente sucedió: fue un intento de secuestro que terminó en asesinato.

En el mismo material se reconoce sobre los grupos guerrilleros, entre ellos la Liga 23 de Septiembre: “Por más que se invierta en esa fantasía, en esa corrupción, en esa perversión del magisterio, el fantasma revolucionario vivirá siempre en el corazón de las maestras y los maestros…. Ésta es la herencia cultural que el magisterio carga todos los días. Aunque en numerosos momentos el Estado se esforzó en silenciarla, sigue ahí como un murmullo que nos despierta por las noches y nos ayuda a corregir el rumbo”.

También en ese libro se cuenta la historia del secuestro de un avión de Mexicana de Aviación en 1972. Un vuelo con 110 pasajeros a bordo, que despegó de Nuevo León, fue secuestrado y dirigido a Cuba. Este acto terrorista fue ejecutado por miembros de la Liga de Comunistas Armados, encabezados por Germán Segovia.

El piloto hizo un llamado a la torre de control narrando que cuatro individuos armados habían tomado el mando del avión, exigían liberar a 5 guerrilleros detenidos. Llegaron a Cuba, a los secuestradores les dieron asilo en ese país y la tripulación pudo regresar a México al día siguiente.

Un secuestro de un avión es un acto terrorista, pero en los actuales libros de texto, la historia es narrada de manera distinta, se dice que el avión solamente fue desviado y se modificó, eso dice, su hoja de ruta.

¿Por qué se busca cambiar la historia para justificar actos terroristas?

No existe un motivo por el cual no condenemos actos terroristas, secuestros, asesinatos. En algunos casos se hace en nombre de Dios, en otros, porque son jóvenes idealistas, pero siempre se obvian los verdaderos intereses que están detrás de esas acciones.